Tijuana, BC. A casi dos meses de la muerte ( por ahogamiento) de siete cadetes que se entrenaban para la Guardia Nacional en el campo militar El Ciprés, familiares de los jóvenes denunciaron que no hay avance en las investigaciones contra el Coronel David López Ordaz, quien les habría ordenado entrar al mar - Pacífico, a la altura de Ensenada- aunque había alerta por marea alta.
Los jóvenes entrenaban para ser parte del Ejército Mexicano, pero el martes 20 de febrero ingresaron al mar y fueron arrastrados por una ola. Del grupo que tuvo dificultades en el mar sólo cuatro lograron regresar a la orilla.
Entre el 25 de febrero y el 1 de marzo fueron encontrados los cuerpos de Brando Francisco Gastélum Ayala, Oscar Abraham Sánchez Reyna, Luis Manuel Vilchis Díaz, Arturo Esteban Sarmiento Gaxiola, Arturo Esteban Sarmiento Gaxiola, Fernando Isaías Pérez López, Carlos Omar Frías Lanfard y Michael Arellano Wilkinson.
Las familias de las víctimas señalaron que fueron obligados a entrar al agua como parte de “una novatada” instigada por David López Ordaz, que sabía que la capitanía del puerto había prohibido ingresar por el alto oleaje de ese día.
El 19 de marzo, el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval González, reconoció que la práctica no correspondía al nivel en que se encontraban los muchachos y agregó que el responsable del adiestramiento ya estaba detenido y bajo investigación por parte del fuero militar y el civil por los delitos de desobediencia y homicidio.
En la carta con fecha del 12 de abril y dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador, los familiares de los cadetes expresaron su temor por la posibilidad de que a López Ordaz se le conceda llevar su proceso en libertad, por lo que exigieron que mientras dura la averiguación quede en prisión.
“Cada una de las familias de los siete soldados hemos quedado fracturadas, dolidas y la pena no cesará jamás, pero lo que nos mantiene unidos, es la esperanza y sed de justicia, ya que las demandas impuestas hacia dicho teniente son por homicidio”, manifestaron.
De igual forma, exigieron que el mandatario federal los reciba en audiencia para que “de una vez les den a los soldados el respeto y atención que se merecen”.
En la misiva recuerdan que los jóvenes estaban preparándose para servir a la nación y dar la vida por el Presidente y por cada uno de los mexicanos.