Washington y Nueva York. El gobierno de Joe Biden anunció ayer nuevas medidas de control de armas de fuego incluyendo la verificación de antecedentes de compradores, pero podría ser demasiado tarde, ya que hay más de 430 millones de armas de fuego circulando en manos privadas en Estados Unidos, y un segmento significativo de los dueños de éstas percibirán estas medidas como otra violación más a sus libertades, ya que creen firmemente que es posible que se requerirá violencia para proteger el “American way of life basado en tradiciones de Europa Occidental”.
“Cada año, miles de comerciantes sin licencias venden decenas de miles de armas sin una verificación de antecedentes (de sus clientes), incluyendo los no aptos –abusadores domésticos, criminales violentos y hasta menores de edad. Esta falla en nuestro sistema federal de verificación de historial ha causado dolor y sufrimiento inimaginable”, declaró la vicepresidenta Kamala Harris al anunciar las nuevas medidas.
Esos protocolos obligarán ahora a cualquier vendedor, aun afuera de una tienda o comercio, a obtener una licencia para tener la autorización oficial de expender artefactos con capacidad de fuego, así como para realizar una verificación de antecedentes de todo comprador. El Departamento de Justicia calcula que existen más de 20 mil comerciantes sin licencias en este país y que estos son la fuente de más de la mitad de los productos ilegalmente traficados en Estados Unidos.
Pero no se aborda el mar de armas ya en manos de la población civil estadunidense, con cálculos de que son más de 430 millones en total. Y las nueve medidas se anuncian la misma semana en que el Programa de Prevención de Violencia de la Universidad de California en Davis emitió un nuevo informe Firearm ownership and support for political violence in the United States, que después de entrevistar a más de 13 mil personas en 2022 –45 por ciento de ellos con armas– concluyó que los dueños de artefactos con potencia de fuego eran más proclives a considerar que la violencia es usualmente o siempre justificada
para alcanzar objetivos políticos específicos.
Otra epidemia
Los autores señalan que las compras de fusiles y pistolas se incrementaron dramáticamente durante la pandemia, y también las muertes por balas. La categoría de gente que recientemente compró una arma de fuego y aquellos que las portan de manera regular en público son los más enfocados en la violencia política. En este segmento, reportan los investigadores, eran más proclives que sus contrapartes a opinar que la violencia política es justificada, más dispuestos a participar en ella, a matar para avanzar en sus objetivos políticos, e incluso proclives a organizar o adherirse a agrupaciones hostiles
.
El informe advierte que aunque en este segmento la mayoría de la gente se opone a la violencia política, los investigadores ofrecen una advertencia escalofriante: Es plausible, con base en nuestros resultados, que algunos compradores recientes se han estado armando al anticipar un conflicto civil. Nuestros resultados sugieren que grandes números de individuos armados que potencialmente están dispuestos a participar en violencia política, se suelen reunir en espacios públicos a través de Estados Unidos todos los días
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Como grupo, 39 por ciento de dueños de armas encuestados en esta investigación creen que la violencia es frecuentemente o siempre justificada para avanzar en algún objetivo político, en comparación con 30 por ciento del público general que comparte esa opinión.
Los científicos sociales del estudio agregan que la justificación de la hostilidad política era más común entre los dueños de rifles de asalto (42.3 por ciento), compradores recientes (43.9) y que más de la mitad de aquellos que dicen que siempre o casi siempre portan armas (55.9) creen que en algunos casos se puede justificar la violencia política.
Estos resultados son otro indicador preocupante en un año donde un candidato presidencial amenaza con la posibilidad de respuestas agresivas durante este ciclo electoral, y donde aún prevalece la sombra del intento de golpe de Estado ejecutado por fanáticos derechistas armados que asaltaron el Capitolio en enero de 2021.
No obstante, los expertos que participaron en el reporte intentan ofrecer algo más optimista. “A pesar de estos resultados y sus implicaciones, el resultado más amplio aquí –que mayoría de los dueños de armas y los no armados también rechazan repetidamente la violencia política– es esperanzador, en nuestra opinión.
Nuestros resultados sugieren que un esfuerzo conjunto entre los dueños de armas y los no dueños para repudiar públicamente la violencia política y ayudar a identificar, disuadir e incapacitar a probables autores
de este tipo de agresión podrían ayudar a frenar este peligro.