La economía global ha evitado una recesión. Se ha recuperado de las crisis, debido a mercados laborales sólidos, pero las perspectivas de crecimiento se han deteriorado desde el choque de 2008-2009 y la deuda ha aumentado, “ lo que plantea un desafío importante para las finanzas públicas en muchos países”, enfatizó Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Aseguró que, si bien la economía mundial evitó una recesión, “el entorno global se ha vuelto más desafiante. Las tensiones geopolíticas aumentan los riesgos de fragmentación de la economía mundial” y si no hay políticas que atajen los riesgos y falta de productividad, “nos dirigimos hacia ‘los tibios años veinte’, una década lenta y decepcionante”.
Georgieva expuso que, de acuerdo con las perspectivas que el FMI presentará el próximo martes, hay una mejora en el crecimiento global. Éste es “marginalmente más fuerte debido a la robusta actividad en Estados Unidos y en muchas economías de mercados emergentes”, que fueron impulsadas por el consumo de los hogares y la inversión empresarial, además de que se ha registrado un alivio en los cuellos de botella que la pandemia ocasionó en las cadenas de suministro.
Sin embargo, “la actividad global es débil según los estándares históricos y las perspectivas de crecimiento se han estado desacelerando desde la crisis financiera global. La inflación no está completamente derrotada. Los colchones fiscales se han agotado. Y la deuda ha aumentado”. Se suma un pérdida de producción mundial desde 2020 asciende a unos 3.3 billones de dólares como lastre de la pandemia, enumeró la directora gerente del FMI.
En su discurso de apertura de la Reuniones de Primavera con el Banco Mundial, que comenzarán propiamente la próxima semana, reconoció que inflación está bajando “algo más rápido de lo esperado”, pero no deja de ser prioridad el recuperar la estabilidad de precios.
En el último trimestre de 2023, la inflación de las economías avanzadas fue de 2.3 por ciento, frente al 9.5 por ciento de 18 meses antes y en los los mercados emergentes y las economías en desarrollo, promedió 4.1 por ciento, lo que ha llevado a algunos bancos centrales a flexibilizar sus políticas, “sobre todo en los mercados emergentes donde la inflación se abordó temprano”, dijo la directora gerente del FMI.
Las llamadas economías avanzadas han sido más cautas en reducir sus tasas de interés. “Retrasar demasiado la decisión (de flexibilizar la política monetaria) podría arrojar un jarro de agua fría sobre la actividad económica”, advirtió.
Reconstruir las reservas fiscales, ya
Por lo pronto los balances públicos se han deteriorado. “Los colchones fiscales están agotados y los niveles de deuda en la mayoría de los países son simplemente demasiado altos”, sostuvo Georgieva. Si bien la tendencia creciente en el endeudamiento arrancó hace más de una década, cuando las tasas de interés eran relativamente bajas, “ha llegado el momento de reconstruir las reservas fiscales”.
“En las economías avanzadas, excluyendo a Estados Unidos, los pagos de intereses sobre la deuda pública promediarán alrededor del 5 por ciento de los ingresos del gobierno este año. Pero el costo del servicio de la deuda es más doloroso en los países de bajos ingresos. Se prevé que sus pagos de intereses promedien alrededor del 14 por ciento de los ingresos del gobierno, aproximadamente el doble que hace 15 años”, consignó.
La directora gerente del FMI reportó que de acuerdo con las previsiones del organismo, los déficits seguirán siendo demasiado altos para estabilizar la deuda en más de un tercio de las economías avanzadas y emergentes, y en más de una cuarta parte de los países de bajos ingresos. “La consolidación debe comenzar ahora para evitar caer en problemas de deuda”, exhortó.