Ciudad de México. Más de la mitad de los casos de este año provienen del brote en Chicago, donde 61 personas han contraído el virus hasta el jueves.
Los brotes de sarampión en Estados Unidos y otras partes del mundo están generando preocupación entre los expertos en salud.
El sarampión, una de las enfermedades más contagiosas del mundo, puede derivar en graves complicaciones de salud. ¿Cuál es la mejor defensa, de acuerdo con los expertos? Vacunarse.
A nivel nacional, los casos de sarampión ya se ubican en casi el doble del total de todo el año pasado.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) documentaron 113 casos hasta el 5 de abril. Ha habido siete brotes, y la mayoría de los casos en Estados Unidos —el 73 por ciento— están vinculados a esos brotes.
De todas formas, la cifra es menor que en algunos años recientes: en 2014 hubo 667 casos y en 2019 se registraron mil 274.
La epidemia de sarampión de 2019 fue la peor en casi tres décadas, y amenazó la posición de Estados Unidos como un país que ha erradicado el sarampión al detener la propagación constante del virus.
Los CDC dieron a conocer este jueves un informe sobre las tendencias recientes de casos de sarampión, haciendo notar que los casos en los primeros tres meses del año fueron 17 veces más elevados que la cifra promedio para el primer trimestre de los tres años anteriores.
Aunque las autoridades sanitarias parecen estar realizando un buen trabajo al momento de detectar y responder a los brotes, “el rápido incremento en el número de casos reportados de sarampión durante el primer trimestre de 2024 representa una nueva amenaza para su eliminación”, dijeron los autores del informe.
La enfermedad sigue siendo común en muchas partes del mundo y llega a Estados Unidos a través de viajeros no vacunados.
De acuerdo con el informe del jueves, la mayor parte de las importaciones recientes involucran a estadunidenses no vacunados que se infectaron en Oriente Medio y África y trajeron el sarampión de regreso a Estados Unidos.
Funcionarios de salud confirmaron casos de sarampión en 17 estados en lo que va de 2024, incluidos lugares como la Ciudad de Nueva York, Filadelfia y Chicago.
Más de la mitad de los casos de este año provienen del brote en Chicago, donde 61 personas han contraído el virus hasta el jueves, en su mayoría personas que vivían en un albergue para migrantes.
El departamento de salud de la ciudad dijo el jueves que los casos van a la baja después de que funcionarios sanitarios administraron 14 mil vacunas en poco más de un mes.
El sarampión es altamente contagioso. Se propaga cuando las personas portadoras del virus respiran, tosen o estornudan, y a través de superficies contaminadas. También puede permanecer en el aire hasta por dos horas.
Hasta 9 de cada 10 personas que son susceptibles a contagiarse contraerán el virus si quedan expuestas a él, según los CDC.
Antes de que hubiera una vacuna disponible en 1963, cada año se registraban entre 3 millones y 4 millones de casos, lo que significaba que casi todos los niños estadounidenses lo padecían en algún momento de su niñez, según los CDC. La mayoría se recuperaban.
Pero el sarampión puede ser mucho más que un sarpullido incómodo, dijo Susan Hassig, investigadora de enfermedades infecciosas en la Universidad Tulane.
“Creo que la gente necesita recordar que esta es una enfermedad que se puede prevenir”, señaló Hassig. “Es una enfermedad potencialmente peligrosa para sus hijos”.
En la década previa a que la vacuna estuviera disponible, 48 mil personas eran hospitalizadas cada año a causa de la enfermedad. Unas mil personas desarrollaban una peligrosa inflamación del cerebro a consecuencia de la enfermedad, y entre 400 y 500 fallecían, según los CDC.
La vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubeola es segura y eficaz. Es una vacuna infantil de rutina y recomendada que se divide en dos dosis.
La investigación muestra que se requiere una tasa de vacunación muy alta para prevenir la propagación del sarampión: el 95 por ciento de la población debería estar inoculada contra el virus.
Durante la pandemia de COVID-19, las tasas nacionales de vacunación contra el sarampión entre los niños de kínder descendieron al 93 por ciento y permanecen en ese nivel. Muchas partes de Estados Unidos tienen tasas mucho más bajas. El descenso se debe en parte a que un número récord de niños ha recibido exenciones para no vacunarse.