La tasa de crecimiento global se ha desacelerado constantemente desde la crisis financiera de 2008-09. Sin intervención política y aprovechamiento de las tecnologías emergentes, es poco probable que se recuperen los avances del pasado, advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En parte se debe a que las presiones demográficas aumentarán en la mayoría de las principales economías, de acuerdo con proyecciones de Naciones Unidas. Se espera que la población en edad de trabajar se reducirá en China y la mayoría de las economías avanzadas (excepto Estados Unidos), lo que provocará un desequilibrio en la oferta laboral mundial y frenará el crecimiento global a mediano plazo, explicó.
“El crecimiento podría caer aproximadamente un punto porcentual por debajo del promedio anterior a la pandemia (2000-19) para finales de la década. Esto amenaza con revertir las mejoras en los niveles de vida, y la desigualdad de la desaceleración entre las naciones más ricas y más pobres podría limitar las perspectivas de convergencia del ingreso global”, advirtió el organismo financiero.
De acuerdo con sus previsiones, el producto interno bruto (PIB) mundial avanzará 2.8 por ciento para 2030, por debajo del promedio histórico del 3.8 por ciento que se venía registrando antes de la pandemia. “Un escenario persistente de bajo crecimiento, combinado con altas tasas de interés, podría poner en riesgo la sostenibilidad de la deuda, restringiendo la capacidad del gobierno para contrarrestar las desaceleraciones económicas e invertir en bienestar social o iniciativas ambientales”, advirtió.