Tapachula, Chiapas. Luego de 15 días de caminata, la Caravana Viacrucis Migrante 2024 salió de Chiapas y sigue su trayecto hacia el vecino estado de Oaxaca.
Los extranjeros llegaron la tarde del lunes a Arriaga, el último de los municipios en su ruta por la costa de Chiapas, y este martes el contingente siguió hacia el poblado de Los Corazones, primera localidad de Oaxaca, indicaron sus integrantes.
En el contingente viajan unas 2 mil 500 personas de Centro, Sudamérica y El Caribe, principalmente. Debido a su lento caminar se han ido sumando grupos de migrantes que diariamente caminan por la carretera costera.
“Nosotros decidimos no seguir, mi bebé está enfermo, ya no aguantamos, vamos a buscar un albergue”, dijo la hondureña Yessy Espino.
La mujer viaja con un pequeño de apenas un año de edad quien requirió atención hospitalaria debido a cuadros de infección.
Aseguró que durante las dos semanas que caminaron por la costa de Chiapas no hubo ningún intento de las autoridades de ofrecerles documentos para que pudiera seguir su trayecto hacia el centro y norte de México.
“No nos dieron papeles y ya no podemos caminar. Van muchos niños enfermos, muchas mujeres enfermas, estamos pensando en regresarnos” agregó la centroamericana.
Los activistas Heyman Vázquez Medina, de la Pastoral de Movilidad Humana de la iglesia católica, y Luis García Villagrán, del Centro de Dignificación Humana AC, han denunciado la indiferencia gubernamental al calvario humano, y han pedido al mismo Presidente Andrés Manuel López Obrador que instruya al Instituto Nacional de Migración para que otorgue Formas Migratorias Múltiples que les permita a los migrantes abordar autobuses.
El Viacrucis Migrante salió de Tapachula, en la frontera con Guatemala, el lunes 25 de marzo con la intención inicial de llegar a Ciudad de México y eventualmente a la frontera con Estados Unidos.
Los migrantes expusieron que decidieron dejar la región porque los trámites de regularización ante instancias como la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados y el propio INM, podría llevar más de medio año, y no había condiciones para esperar por la falta de ingresos y muchos tenían que dormir en plazas públicas.