Ciudad de México. En la novela El hijo del monitor, este personaje gravita todo el tiempo de forma macabra; la narración explora el abandono de las infancias, que significa, además, un porvenir de descuido de lo humano y la persona, explicó su autora, Rowena Bali.

Sobre el título editado por Nitro Press, que será presentado el 21 de abril, la escritora dijo a La Jornada de ese menor que nunca sale de la cuna y es cuidado y educado por un monitor. Hay un juego de palabras, porque un monitor es el que adiestra y también es la pantalla de televisión; entonces, el resultado es un niño educado por la televisión.

Bali (Cuautla, 1977) reseñó que hay un fuerte desencanto en esta novela, que no es sólo por el presente, sino del futuro, que va rapidísimo. En términos de humanidad, el porvenir nos está abandonando de manera terrible. Ahora tenemos un ejemplo muy interesante con la inteligencia artificial, que no sólo nos abandona, sino que nos sustituye. Es una locura.

Recordó que cuando empezó a escribir este texto, hace más de 20 años, existían algunos canales de televisión, mientras ahora son miles de posibilidades y diferentes tipos de pantallas.

“La educación que recibimos en nuestras infancias todavía nos dejaba tardes para salir a jugar o hacer otras cosas; actualmente, los niños viven metidos en los celulares. No sólo en las ciudades, pues donde quiera que llegue el celular coopta las mentes de las personas.

Me gustaría verlo como una historia más, quizás un tanto extrema. Es una absoluta realidad que desde hace muchísimos años existen personas en este mundo que solamente tienen contacto con las pantallas y cada vez son más.

El protagonista, Gerzon, es tan extraordinario como tantas personas y personajes. En toda persona, si rascas, vas a encontrar aspectos muy interesantes y peculiares.

Isela está obsesionada con su observación, y luego se da cuenta de que es una historia infértil, porque es una “personificación del fracaso constante que podemos vivir cuando estamos insertos en esta sociedad, en esta rutina, sin darnos cuenta de que hay un potencial enorme en nosotros.

Isela encuentra en Gerzon su capacidad narrativa. Habla mucho, expresa todo el tiempo. Cuando ella transcribe las grabaciones de sus monólogos, se da cuenta de que habla mejor que muchos escritores. Algo de lo que Gerzon no está consciente. Es un hombre peligroso, así como Isela, por toda la enfermedad mental que lo circunda.

La también editora sintetizó: son dos personajes que están demasiado enfocados en muy pocas cosas en su vida. Gerzón sólo ha explorado dos libros y no sale de este círculo tan apretado de cosas que van desde la oficina, el bar, el antro, las mujeres y las relaciones tan superficiales que tiene con ellas.

La narradora comentó que es una novela que primero presenta personalidades grises y después muy luminosas, pues hay un pasaje en el que Gerzon es feliz y luego regresa a la oscuridad, pero de forma más profunda.

Añadió: hay ciertas pistas que trato de poner en mi obra para ir adelantando un poco al lector, para que sepa que más adelante va a haber algo que le puede interesar todavía más de lo que está leyendo en ese momento.

Rowena Bali mencionó que su interés es quitarse los filtros de personalidad por medio de la literatura y que haya libertad. Es muy interesante para mí todo el proceso escritural, porque son periodos en los cuales dejo fluir una imaginación que siempre está latente en mi vida. Si me preguntas cuál es mi deseo, te respondería que es que me resulte muy placentero el acto de escribir, que tenga siempre tiempo para hacerlo y que mis lectores comprendan lo que quise decir en lo que escribí.

Sobre temas poderosos, como la sensualidad y la sexualidad, la narradora dijo que son temas muy presentes en su libro: El agente morboso es manifiesto al extremo en momentos. En el caso de Gerzon, hay mucho de eso en diferentes tonalidades, pero siempre es rara su sexualidad o la de mis personajes. Finalmente, creo que todas las sexualidades pueden tener algo extraño.

La novela El hijo del monitor será presentada el 21 de abril a las 15 horas en el Foro 6 de la Fiesta del Libro y la Rosa, que se llevará a cabo a partir del 19 de este mes, de forma presencial, en los espacios del Centro Cultural Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México.