Quito. El ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas Espinel cumplirá 55 años en septiembre y cinco de ellos pasó detenido en dos cárceles del Ecuador, en Quito y Latacunga. Y ahora está en la de mayor seguridad, denominada La Roca, en la ciudad de Guayaquil. En todo ese tiempo se ha deteriorado su salud, ha recibido tratamiento médico regular y -tal como lo comentó al autor de esta nota en una entrevista pasada- tomaba a diario 48 pastillas de todo tipo, para diversas enfermedades o dolencias.
De ahí que al ingresar a La Roca el pasado sábado requería de esos medicamentos, pero no todos los que necesitaba se los proveyó. Y este lunes se conoció que desde el domingo sufría de una intoxicación intestinal por medicamentos por lo que fue trasladado al hospital del Ejército primero y luego al hospital Naval. Otra versión destaca que fue producto de una sobredosis de ansiolíticos, antidepresivos y sedantes, según el testimonio de uno de sus familiares que guarda la reserva.
Su abogado, Andrés Villegas, denunció los atropellos y violaciones a los derechos humanos a los que ha sido sometido el exvicepresidente. “Reiteramos que su vida corre peligro, como lo denunciaron el viernes pasado las autoridades de la Embajada de México en Quito, de la cual violenta e ilegalmente fue sacado Jorge Glas”, indicó.
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