Mazatlán, Sin., Es una sociedad sin membresía abierta ni asistencia obligatoria, tampoco tienen un nombre con el cual se identifiquen entre ellos, pero los que conforman este grupo multinacional se conocen entre sí desde hace muchos años y saben que volverán a verse con la regularidad programada que ofrecen la física y las matemáticas para anticipar cuando la Luna tapará el Sol y proyectará su oscuridad en la Tierra.
Son los umbra chasers (cazadores de eclipses), como se les identifica porque los persiguen (sobre todo los totales) en cualquier parte del planeta. No más de 10 personas llegaron a Mazatlán desde días atrás, no sólo con el fin de preparar telescopios y artefactos de medición del fenómeno, sino para que varios de ellos se tomen unos tequilas y celebrar el gusto compartido que los ha vuelto a reunir.
La fraternidad la integran científicos laureados, astrónomos, físicos y aficionados que están en el puerto sinaloense para ser testigos de la nueva sesión convocada desde el espacio por los dos cuerpos celestes que, hasta no hace mucho y aun ahora en algunas culturas, han sido identificados como dioses de la humanidad.
El más asiduo es el estadunidense Fred Espenak, quien con sus 30 eclipses totales ahora prefiere la discreción a la convivencia, en particular desde que en 2003 su fama le valió que la Unión Astronómica Internacional diera el nombre de Espenak al asteroide 14120.
Nadie conoce dónde, pero todos saben que está en Mazatlán, pues el astrofísíco de 70 años que ha volado a bordo del transbordador espacial Discovery.3 y es autor de varios libros que se han convertido en clásicos entre los umbra chasers, no se perdería la observación de su eclipse número 31.
Kryss Katsiavriades, un británico retirado de origen griego, quien viene a observar su eclipse total de Sol número 20, lleva por lo menos 100 parciales y, a lo largo de su vida, ha visitado casi 140 países para sus observaciones.
Dice que eligió la isla de la Piedra, ubicada al oriente del puerto frente a los muelles, porque será un lugar donde habrá poco ruido, no habrá tanta presencia de turistas y observadores, lo que la hace un sitio exquisito
para mezclar sus aficiones junto a su esposa, o su jefa como la llama, Talaat Qureshi.
Llegamos a México hace tres semanas, estuvimos dos en la Ciudad de México, una en Guadalajara por Pascua y recién llegamos aquí para estar bajo el umbral los 4 minutos con 20 segundos que durará este fenómeno espectacular
, agrega.
Entre los cientos de científicos –no se ha podido cuantificar, pero se estima que son más de mil– que eligieron Mazatlán para estar debajo de la franja de oscuridad proyectada en México, Estados Unidos y Canadá; está también Brian Day, encargado de Educación y Divulgación Pública en el Centro de Investigación Ames de la NASA.
Tengo tres razones por las que escogí venir a Mazatlán
, cuenta. La primera fue porque el puerto es el primer lugar donde (después de las islas Marías) tocará tierra el umbral, la segunda porque en Mazatlán todas las predicciones meteorológicas anticiparon un clima despejado a lo largo de los puntos en los que el eclipse se proyectará en América del Norte.
–¿Y la tercera?– se le pregunta en entrevista, ante su silencio sonriente.
–Será mi eclipse total de Sol número 11; amo estos eventos porque creo que los eclipses totales son uno de los mejores espectáculos que podemos apreciar y que nos ofrece la naturaleza, a lo que sumamos que lo podré apreciar en una de las ciudades más hermosas. ¿Cómo decir que no a eso?
Jesús Sato, más conocido entre la Sociedad Astronómica de Mazatlán como Pollo Sato, organizó una reunión con los umbra chasers en el bar Azul, la noche del viernes, tras una larga sesión de divulgación científica en el teatro Angela Peralta y una callejoneada por el centro histórico.
No conocía a ninguno de ellos nada más que a través de Internet y se me ocurrió reunirlos y varios aceptaron, desde un finlandés cuyo nombre es impronunciable y es muy reacio a la convivencia, hasta Kryss (Katsiavriades), un divulgador nato. Ya todos se fueron a dormir porque mañana (domingo) van a hacer pruebas con sus equipos
, señala pasada la medianoche.
También él se va, pues dará los últimos detalles a un lugar especial en playa Cerritos donde hará su observación junto a su familia y pocos invitados, en uno de los lugares junto al mar más alejados de Mazatlán al extremo noroeste de la ciudad.