Tapachula, Chis. La Caravana Viacrucis Migrante retomó ayer su recorrido por la costa de Chiapas para avanzar hacia el centro y norte de México, luego de descansar durante tres días en el municipio de Pijijiapan. El contingente caminó 27 kilómetros desde la cabecera de esa localidad y descansan en una gasolinera para seguir hoy hacia Tonalá.
El grupo permaneció desde el lunes en la plaza central de Pijijiapan tras recorrer 152 kilómetros desde Tapachula, en la frontera con Guatemala, de donde salieron el pasado 25 de marzo.
El siguiente punto de escala es el municipio de Tonalá, lo que implica un tramo de 90 kilómetros, lo que no podrían hacerlo en un solo día, por lo que harán varias pausas.
Son unas 2 mil 500 personas, llegaron como mil 500 pero como permanecieron varios días se sumaron más extranjeros que caminan todos los días por la carretera
, señaló Pedro Tadeo Castillo, secretario de Protección Civil de Pijijiapan
Explicó que durante la estancia de la Caravana fueron atendidos unos 450 migrantes de diversas nacionalidades, principalmente de Honduras, Venezuela, Cuba, Ecuador, Nicaragua, El Salvador, entre otras. Al menos 280 eran mujeres, 50 hombres y 120 menores.
Además, fueron canalizadas 26 personas al centro de salud local quienes presentaban fiebre alta, malestares por otros padecimientos como diabetes, enfermedades del corazón e incluso una extranjera con diagnóstico de cáncer.
Tadeo Castillo indicó que por la asistencia médica, curaciones de lesiones en pies y atención de servicios como agua y sanitarios, el grupo pudo sobreponerse para retomar su travesía.
Agregó que en la atención médica participaron el ayuntamiento y la Secretaría de Salud estatal, además para garantizar el orden y la seguridad patrullaron la Policía Municipal y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Chiapas.
El Viacrucis Migrante 2024 partió de la frontera con Guatemala hace 11 días para llegar a la Ciudad de México y eventualmente a la frontera con Estados Unidos. Los indocumentados de Centro, Sudamérica y El Caribe, principalmente, advierten que en la frontera sur no hay condiciones de estancia y los proceso migratorios pueden llevar meses.
