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Apuesta por un peso estable se mantiene en los mercados

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A nivel de las economías emergentes, el peso es el que mejor se ha comportado, pues en 2023 alcanzó una ganancia sin precedente para un cierre de año de 13 por ciento. Foto Marco Peláez / Archivo
05 de abril de 2024 08:51

La estabilidad del peso, una de las monedas de economías emergentes más intercambiadas –porque es posible comprar o vender la moneda mexicana en el sistema financiero global las 24 horas los 365 días del año–, se ha consolidado este año, al cotizar en 16.53 unidades por dólar spot, su nivel más bajo desde finales de 2015, de acuerdo con datos oficiales.

Varios hechos destacan de una de las monedas preferidas de los operadores para invertir, consideran especialistas.

El peso alcanzó su valor más bajo, en sus casi 30 años de historia de libre flotación –que varía por su oferta y demanda en el mercado internacional de divisas–, el 23 de marzo de 2020, en plena crisis de la pandemia de covid-19, con una cotización de 25.1050 unidades por dólar en el mercado al mayoreo. De entonces a la fecha se ha apreciado 34.11 por ciento.

A nivel de las economías emergentes, el peso es el que mejor se ha comportado, pues en 2023 alcanzó una ganancia sin precedente para un cierre de año de 13 por ciento y fue de las divisas a nivel internacional más fuertes frente al dólar.

Recuento del superpeso

Los astros parecen alinearse con el tipo de cambio en México. En un entorno de alta inflación, los bancos centrales de México y Estados Unidos han tenido que subir sus tasas de interés –que determinan el costo del crédito al que se financian empresas y personas–, pero el diferencial entre Banco de México (BdeM), ubicada en 11 por ciento, y la de la Reserva Federal (Fed), en 5.50 por ciento, hace más redituable para los inversionistas internacionales comprar bonos gubernamentales en México, por lo que aceptan el mayor riesgo.

Otra razón de la estabilidad del superpeso es el ingreso de dólares al país por el incremento en las exportaciones de 593 mil 12 millones de dólares en 2023, anotando un monto máximo, impulsadas por las ventas al exterior de la industria automotriz.

Aunado a lo anterior, los envíos que hacen mexicanos que viven en el extranjero ascendieron a un récord de 63 mil 286 millones de dólares el año pasado, y la inversión extranjera directa (IED) sumó 32 mil 900 millones de dólares.

La anterior se explica porque México reemplazó a China en 2023 como el mayor exportador a Estados Unidos después de 16 años de que Pekín mantuvo el primer lugar.

Además, el país está en una zona privilegiada ante la búsqueda de fabricantes globales, especialmente en sectores como chips, autos, vehículos eléctricos y baterías, para ubicar nuevas plantas.

“Un 40 por ciento del movimiento del tipo de cambio es interno. Las cuentas externas de México están bien, la banca en el país está capitalizada, no están quebrando empresas, el Banco de México es autónomo y las finanzas públicas –con un plan creíble de reducir el déficit en la próxima administración– son estables, por lo que internamente sí hay un soporte para el peso. Así, lo externo entra como factor principal –inflación y tasas de interés en Estados Unidos–, por lo que cualquier decisión de la Reserva Federal moverá al tipo de cambio”, afirmó Marco Oviedo, estratega para América Latina de XP Investments.

Diferentes ángulos

Un peso fuerte no beneficia a todos por igual. De acuerdo con el colectivo México, ¿cómo vamos?, un peso caro beneficia a quienes tienen deudas u obligaciones financieras en dólares, a importadores, a quienes van a hacer algún viaje al extranjero o a quienes compran insumos en el mercado internacional para su producción.

Sin embargo, perjudica a quienes reciben ingresos del exterior, como las familias receptoras de remesas, pues reciben menos pesos por dólar enviado; a los turistas extranjeros, porque consumir en México es más caro para ellos; y a quienes venden sus productos en el exterior (exportadores), porque se encarecen y pierden competitividad.

Por ejemplo, Juan José Li Ng, analista senior de BBVA, explicó que la apreciación del peso y la inflación provocaron que los hogares en México recibieran en febrero un 8.8 por ciento menos en términos reales de dinero que hace 12 meses. Es decir, para comprar lo mismo que antes en pesos, los hogares necesitan recibir más dólares.

¿Larga vida a la estabilidad?

“Hasta ahora todo mundo está muy cómodo con posiciones largas en el peso; nadie se quiere ir corto porque no hay un argumento fuerte para ir en contra de él. Hay algunos niveles, pues ahorita muchos están apostando en 16.80 por dólar y toman ganancias, que en el argot se llama casquear, pero nada fuerte, no están con posiciones fuertes, por lo que eso es lo que le da estabilidad a la moneda. Los fondos de inversión grandes están largos y los hedge funds están en posiciones estratégicas”, explicó Oviedo.

Por su parte, Janneth Quiroz, directora de análisis económico, tipo de cambio y bursátil de Monex, prevé que los operadores en el mercado de futuros del Chicago Mercantile Exchange (CME) mantendrán sus posiciones a favor del peso lo que resta de 2024.

Sin embargo, el periodo de elecciones trae incertidumbre, advirtió Quiroz, pues con las elecciones se avecinan posibles cambios en la conducción de política económica, aunque con la continuidad que se observaría con Claudia Sheinbaum, de ser la eventual ganadora de la contienda, la incertidumbre podría ser baja. Sin embargo, están en el escenario los problemas geopolíticos en Medio Oriente.

Los inversionistas están cómodos hasta el momento por el escenario que se vislumbra el 2 de junio, pues según las encuestas, Sheinbaum es puntera; aunque una alternancia con Xóchitl Gálvez, tampoco les incomoda.

Marco Oviedo alertó, sin ser el escenario base, que si se llegase a suscitar una crisis política por no reconocer Morena los resultados de las elecciones, o que suceda algo inesperado, como un accidente, el tipo de cambio sí se presionaría fuerte.

En contraste, la relección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos no traería tanto nerviosismo, pues los mercados ya lo conocen, a menos que se vuelva a meter con el T-MEC, eso sí pondría en aprietos al peso y lo llevaría a rebotar arriba de 18 por dólar.

Otro elemento importante para mantener al peso estable, una vez que pasen las elecciones en México, será cómo la nueva administración le dé viabilidad a Petróleos Mexicanos (Pemex).

El gobierno federal ha salido al auxilio de Pemex, al condonar una serie de impuestos, por poner un ejemplo, y aún así sigue siendo de las empresas más endeudadas del mundo, con más de 100 mil millones de dólares. La complicada situación financiera de la paraestatal estará en el aire y presionará al peso si se mantiene la misma política actual. La estabilidad del peso podría caducar.

 
 

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