Para ser un peligro para México
(campaña sucia en la que tantos millones de pesos invirtieron), los barones mexicanos marca Forbes no pueden quejarse de Andrés Manuel López Obrador: entre diciembre de 2018 e igual mes de 2023, sus fortunas conjuntas se incrementaron la friolera de 67 mil 200 millones de dólares limpios de polvo y paja (de 132 mil 500 a 199 mil 700 millones de billetes verdes, con todo y pandemia), amén de que, con todos los riesgos
y amenazas
de ese personaje político, unos pocos lograron colarse al inventario de ricos entre los ricos (como los hermanos Coppel Luken, citados en el México SA de ayer). Y todos ellos no dejan de frotarse las manos, porque les falta contabilizar sus resultados de 2024, último año del sexenio en el que vivieron el peligro
.
Desde luego, hay de casos a casos. Por ejemplo, en ese periodo la fortuna de Carlos Slim aumentó 59 por ciento (de 64 mil a 102 mil millones de dólares); la del tóxico Germán Larrea 110 por ciento (de 13 mil 300 a 27 mil 900 millones) y la del abonero Ricardo Salinas Pliego 21 por ciento (de 11 mil 100 a 13 mil 400 millones, libres de impuestos). Esta tercia –especialmente el primero– acapara 72 por ciento de las fortunas autóctonas marca Forbes, la mayoría de ellas amasadas por medio de concesiones del Estado (en todas las ramas económicas), abundantes contratos de obra pública (leoninos, el grueso) y, desde luego, jugosísimas devoluciones y cancelaciones fiscales.
Por cierto, a mediados de febrero pasado, en una extrañísima conferencia de prensa, Carlos Slim quejose amargamente de que su empresa Teléfonos de México (cortesía de Carlos Salinas de Gortari) ya no es negocio
, pues desde hace 10 años arrastra cifras rojas
. Pobre hombre, pero sin duda los 38 mil millones de dólares que acumuló, con todo y pandemia, entre diciembre de 2018 e igual mes de 2023 salieron de alguna parte, con todo y que asegura que no veo en qué me ha beneficiado el gobierno de Andrés Manuel López Obrador
.
Y en los casos de Larrea y Salinas Pliego, el sexenio del peligro para México
ha sido casi casi de terciopelo: el consorcio del tóxico hombre de negocios
(enriquecido gracias a las abundantes concesiones mineras) se mantiene impune por el homicidio industrial en Pasta de Conchos (19 de febrero de 2006), el peor desastre ambiental de la historia de la minería en el país
(6 de agosto de 2014, en Sonora) y las tres huelgas mineras (desde julio de 2007: Taxco, Guerrero; Sombrerete, Zacatecas; y Cananea, Sonora, que se mantienen irresueltas), mientras su caja registradora no ha dejado de tintinear. Y por lo que toca al argüendero de los abonos chiquitos y los intereses de agiotaje, la justicia
no lo ha tocado por su voluminoso adeudo fiscal, al que le da largas y más largas.
De ahí para abajo, las fortunas de los demás integrantes de la minoría rapaz, los barones autóctonos marca Forbes, registran haberes de 8 mil millones de dólares para abajo –hasta un mínimo de mil 200 millones– y ninguno de ellos ha sido víctima del peligro para México
. De cualquier forma, por si las moscas, no dejan de invertir en la guerra sucia en contra de ese personaje político y su eventual sucesora. Son insaciables.
Caso aparte y digno de mención es el de quien ocupa el casillero número cinco entre los ricos mexicanos marca Forbes: María Asunción Aramburuzabala (6 mil 200 millones de dólares, víctima de un intento de extorsión por parte de Joaquín López Dóriga y su esposa), quien en días pasados públicamente narró cómo un grupo bastante grande
de accionistas de la cervecera Grupo Modelo (en junio de 2013 la trasnacional AB InBev la compró por 20 mil 100 millones de dólares) se negó a pagar los impuestos por esa enorme transacción. En cambio, ella, junto con su hermana, decidió sí enterarlos al fisco (sus pares la acusaron de pendeja
por hacerlo, según narró), y lo hizo por una sólida razón: a su abuelo Félix, español, uno de los fundadores del consorcio, México le dio la enorme oportunidad de su vida, y nosotros tenemos lo que tenemos es gracias a este país
. Y, congruente, pagó lo que le correspondía, mientras los demás pidieron condonación, apoyados por el ex ministro Eduardo Medina Mora. Pero se les apestó.
Las rebanadas del pastel
Raudo contra sus enemigos y azucarado con sus amigos, el ministro Luis María Aguilar Morales promovió que la Comisión Federal de Electricidad cubra multimillonaria cantidad al municipio de Tecpatán, Chiapas, por impuesto predial
. Mientras, el pago de los voluminosos impuestos adeudados por Salinas Pliego se mantiene en el éter. Ese es cariño.
X, antes Twitter: @cafevega