Su huella puede seguirse a lo largo y ancho del territorio nacional. El magisterio democrático de casi todo el país conoce y respeta al profesor Ramón Couoh Cutz. Su papel en la insurgencia sindical de los trabajadores de la educación ha sido clave.
Desde hace casi cinco décadas se ha dedicado en cuerpo y alma a educar políticamente, organizar y movilizar a los maestros desde una perspectiva clasista. Literalmente, ha formado centenares de cuadros dirigentes.
Ramón nació en Calkiní, Campeche, en 1949. Su formación se inicia en la normal de Iguala, Guerrero, a mil 390 kilómetros de su pueblo. No había preparatoria en su pueblo y él aspiraba a otra cosa. Presentó examen en Mérida y logró una beca.
Llegó a Iguala para ser docente a los 15 años. Fueron tres años de mucha actividad. Recuerda: “Al año, con la primera generación, se dio la primera huelga; después, se intensificó la lucha. Fui de la dirección del comité ejecutivo de la sociedad de alumnos y participé en el comité de la generación de tercer año. Teníamos la idea de vincularnos con la lucha del pueblo”.
El estudiante tuvo la fortuna de tratar a padres de familia que participaron en las protestas contra Caballero Aburto y en la matanza de ese movimiento en Iguala. Según él, ya “se hablaba de Lucio Cabañas. Posteriormente, en 1968, surgió la guerrilla de Genaro Vázquez, que fue rescatado de la cárcel de Iguala. Esas influencias las tuvimos y nos inquietaron. Terminé dos años después que José González Figueroa. Yo era de la tercera generación”. Al culminar sus estudios (1967), fue enviado a trabajar a Chihuahua con otros 40 compañeros, aparentemente como castigo.
El director federal de Educación, Francisco Chávez Orozco, les dijo: “¡Ah, ustedes son los guerrilleros de Guerrero! Ya tienen sus órdenes, pasen con la señorita”. A él lo mandaron a Mineral de Dolores, Madera, a tres días a caballo desde Madera. Dos años antes se había alzado en armas el Grupo Popular Guerrillero (GPR). Cuando, para sumarse al movimiento, algunos maestros se entrevistaron con Salvador Gaytán (figura clave del GPR), él les respondió que cumplieran su función de educar al pueblo, fomentar la rebelión del pueblo, pero hasta ahí.
En Mineral de Dolores, Ramón se dedicó a visitar a los campesinos para que mandaran a sus hijos a la escuela. Una partida militar lo interrogó: “¿Quién es usted? ¿Qué hace aquí?” Y añadió: “Con nosotros se tienen que reportar, nosotros somos la autoridad”. Por eso, duró allí sólo de septiembre a abril. Lo reubicaron en Frijolar, municipio de Mochis, Chihuahua. Y de allí lo trasladaron a tres lugares de Veracruz: Joloapan, Papantla; Benito Juárez, Catemaco y, en la secundaria y prepa de Comoapan, San Andrés Tuxtla.
En esta comunidad se liga a la lucha campesina y magisterial, con la cobertura de la logia masónica del rito nacional mexicano. Mientras, seguía estudiando geografía en los cursos de verano de su antigua escuela en Chilpancingo. En 1972 se incorporó a la Normal Superior de México, donde participa en una lucha contra el charrismo en los cursos de verano y en la formación del Bloque Independiente de Cursos Intensivos (BICI), clave en la fundación de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
“Muy poco se menciona –explica Couoh– , pero cuando se levantó el movimiento de Chiapas en la sección 7, en 1979, me tocó ir a Tuxtla Gutiérrez y me encuentro allí con decenas de caras conocidas, alumnos de la Normal Superior. En la movilización en este centro de educación superior conoció al profesor Rubelio Fernández y se hizo maoísta, pensamiento que es parte de su quehacer político hasta hoy y que lo orienta en su lucha por el socialismo y contra el imperialismo.
Durante algunos años fue parte del Frente Magisterial Independiente Nacional (FMIN). Reconoce a la corriente fundada en 1963 por Camilo Chávez y Edelmiro Maldonado, a raíz de su expulsión del Partido Comunista Mexicano.
Sin que su participación política se limite a su militancia en la CNTE, su biografía está estrechamente ligada a este movimiento. En 1980 fue nombrado secretario general de comité democrático de la sección 36 del estado de México, en el Congreso de Masas celebrado en Ciudad Universitaria. Amigo personal del maestro Misael Núñez Acosta, Ramón organizó y atendió diversos círculos obreros marxistas en empresas como Aceros Solar, en Tlanepantla, y acompañó a la Unión Obrera Independiente (UOI).
Asesora grupos campesinos en la Huasteca y Chiapas. Editor infatigable, impulsó el periódico magisterial Claridad, que ha impreso más más de mil números. Desde hace 19 años dirige La Verdad del Pueblo. Y como librero ha sacado obras como la Historia del Partido Bolchevique; Curso para brigadistas; La concepción maoísta del partido o La CNTE contra la falsa reforma educativa.
Ramón defiende la idea de que el orgullo de ser trabajador de la educación y ganarse el respeto en el pueblo se expresa, entre otras cosas, en una vestimenta pulcra. Impulsor de la línea clasista, que comenzó a adquirirse en México a finales de la década 1970 y principios de los 80, con la influencia de profesores peruanos y del Partido Comunista Peruano de aquellos años, pone en el centro de su ideario y acción la importancia del maestro consciente vinculado a las luchas del pueblo, fundamentalmente obreras y campesinas.
Couoh ha dedicado muchos años y afanes a construir el sindicato de clase como única alternativa para los trabajadores y el magisterio. Considera que éste debe ser una escuela para la revolución y una herramienta para la vinculación del maestro con el pueblo. Quien desee comprender el por qué la CNTE ha sobrevivido a ocho presidentes (muchos de los cuales han buscado acabarla) no tienen que ir muy lejos. Basta asomarse a la vida de Ramón Couoh y a otros como él, para comprender las razónes de su perdurabilidad y resistencia.
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