Un nuevo fenómeno de la informalidad en materia laboral lo estamos viendo desde hace algunos meses en la Ciudad de México y zona metropolitana: cientos de inmigrantes centroamericanos y antillanos ocupan los puestos de trabajo en micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes): los vemos en talleres mecánicos, negocios de relleno de agua, lavaplatos, obras de construcción, cocinas, entre otros, advierte, el Consejo para el Desarrollo del Pequeño Comercio empresarial.
El empleo de migrantes era propio de la zona norte de nuestro país, pero ahora este hecho se ha trasplantado al centro de nuestro país y muy particularmente a la ciudad de México y zona metropolitana: “sería un error decir que los migrantes están desplazando a los mexicanos en trabajos que nuestros connacionales no quieren hacer”, señalo, Gerardo Cleto López Becerra, presidente del organismo empresarial.
Indicó, que, el hecho de que México se haya convertido en un país de contención de miles de migrantes, ha provocado que su estancia en nuestra ciudad pasara de 15 días a más de 3 meses “y entonces, empiezan a buscar una forma de tener ingreso mediante un empleo informal que les dé para el mantenimiento diario”, señaló el presidente de ConComercioPequeño.
Muchos de los trabajos que hay en el pequeño comercio que son temporales, de ocupación por horas o tareas específicas y que eran atendidos por estudiantes, amas de casa o trabajadores especializados, ahora se encuentran ocupados por haitianos, jamaicanos, cubanos u hondureños, principalmente en zonas del centro histórico, Azcapotzalco, Miguel Hidalgo y municipios del Estado de México, agregó López Becerra.
Al respecto, Francisco Salazar Sáenz, convocante del foro “Impacto de la informalidad en el empleo” en el senado admitió que el complejo sistema fiscal en el que se encuentran más de 30 millones de entidades mercantiles se convierte en un factor que los orilla a optar por la informalidad, pues a pesar de que desean cumplir con sus obligaciones tributarias y sumarse a la formalidad, lo cierto es que el proceso es caro y engorroso.
“Debemos proponer una reforma fiscal para promover la formalización y apoyo de nuestros micro y pequeños empresarios que son la verdadera fuerza del sistema productivo” dijo el legislador.