Acapulco, Gro. Los accesos a Puerto Marqués, Revolcadero y la playa Alfredo Bonfil, en la zona Diamante, lucieron saturados la mayor parte del sábado, así como la playa del Princess.
El viento, la intensidad del mar, el oleaje elevado, la actividad gastronómica, estacionamientos repletos, fue la constante en playas de la zona Diamante.
Establecimientos de Puerto Marqués tuvieron un sábado de gloria después de cinco meses de preocupación.
En playa Revolcadero, las charolas de comida van y vienen entre la zona de restaurantes y las mesas dispuestas en la arena.
El pescado frito con ensalada y papas a la francesa es lo más solicitado. También las pescadillas acompañadas por rebanadas de tomates rojos brillantes, y mayonesa.
Bajo las enramadas hay mezcla de sonidos, en Puerto Marqués reciben al turista bocinas que emiten a Bob Marley y Luis Miguel.
Desde los primeros pasos en la vía principal, sobresale el olor a pescado frito con ajo, preparado en aceite que salpica en sartenes calentados en cocinas rústicas elaboradas a base de madera. A unos metros de la orilla del mar se sirven copas con platillos diversos de camarón o pescado.
En Revolcadero los visitantes son recibidos por una altoparlante donde se escucha Por tu maldito amor de Vicente Fernández; sobre la arena, bajo los maderos se escuchan rancheras, salsas, boleros.
Alrededor de dos kilómetros separan a Puerto Marqués del bulevar de las Naciones; sobre la calzada Miguel Alemán hay una larga fila de autobuses, camionetas Urvan, vehículos de la ciudad de México, Estado de México, Morelos, Puebla, Guerrero. Son las 11 de la mañana y los terrenos baldíos son utilizados como estacionamiento pero están llenos desde temprano.
Para llegar a playa Revolcadero se debe contar con fortuna para encontrar un sitio de estacionamiento hasta donde inicia el Paseo de los Manglares, ya muy cerca del estadio, pues el bulevar de Revolcadero ha sido ocupado en su totalidad por coches con turismo, así como en la franja de arena.
De igual forma luce la costera Benito Juárez, avenida principal de la Bonfil, donde el fuerte oleaje suscitado desde horas después del paso del huracán Otis, que impactó Acapulco el 25 de octubre pasado, permitió algunos metros de arena, entre los techos de palapa y la rompiente de las olas.
La Secretaría de Turismo de Guerrero informó que el sábado, Acapulco promedió casi cien por ciento de ocupación hotelera a nivel general, sobre una base de 8 mil 110 cuartos de hotel disponibles después del paso del huracán Otis. La zona Diamante promedió 92.3 por ciento; la zona Dorada 96.2 por ciento; y la zona Náutica o Tradicional 90.5 por ciento.
