Migrantes con banderas de países latinoamericanos como Brasil, Honduras, Colombia, Haití, Panamá, Puerto Rico, entre otras, escenificaron un viacrucis frente a la barrera de la malla ciclónica y alambre de púas de la Guardia Nacional de Texas, en el lugar conocido como Puerta 36 del bordo del río Bravo, en la frontera entre Ciudad Juárez, Chihuahua, y El Paso, Texas.
Los extranjeros en tránsito hacia Estados Unidos fueron convocados por el colectivo evangélico Ángeles Mensajeros para recordar el calvario, crucifixión y muerte de Jesucristo este Viernes Santo.
Las personas en situación de movilidad aprovecharon para desplegar pancartas de protesta y pedir al gobernador de Texas, Greg Abbott, que les permita cruzar la frontera y los deje pedir asilo a la Patrulla Fronteriza; una de las consignas que gritaron al político texano fue: si se mete con los migrantes, se mete con Jesucristo
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El viacrucis se inició en la calle Arizona cercana al río Bravo, en Ciudad Juárez; en ese momento, un niño de nueve años de edad personificó al nazareno; después, frente a la Puerta 36, una mujer representó a Jesús crucificado con una corona de espinas y sobre una cruz de madera que tenía la frase Al migrante, bendice y escucha
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Rezan por una vida mejor
Voluntarios y religiosos del desayunador Salesianos Padre Chava encabezaron ayer el viacrucis en el que participaron migrantes de varios países que viven en los albergues de Tijuana, Baja California, mientras esperan una cita en Estados Unidos para exponer su caso ante una corte.
En una ciudad donde están asentadas personas de 73 países, las organizaciones de apoyo a extranjeros realizaron ayer el viacrucis en calles cercanas al cruce fronterizo.
Los participantes colocaron sus nombres, peticiones y dibujos realizados por los niños de los refugios en una cruz que fue recubierta con papel. Caminaron desde la avenida Melchor Ocampo, donde está el desayunador del Padre Chava, hasta la plaza Viva Tijuana, frente al cruce fronterizo de El Chaparral.
Los extranjeros avanzaron con la cruz por varios kilómetros sin atuendos especiales, vestidos con lo único que disponen y rezaron por una vida mejor.