combatir(
la casta, le llama), sino que ha destrozado la política exterior de su país y, por tanto, las relaciones con la comunidad de naciones. Lo mismo hizo público su deseo de
no hacer pactos con comunistas(entre ellos China y Brasil, los principales socios de la nación sudamericana, y por mucho), calificar al papa Francisco de
representante del maligno en la tierra, abrazar,
cálida y cordialmenteal canciller británico, David Cameron (ex primer ministro de aquella nación), al que prometió
hacer grandes migas, siempre y cuando no reclame por Las Malvinasy rechazar la incorporación a los BRICS, un gran mercado con potencial financiamiento. Eso y mucho más.
Enloquecido, el anarcocapitalista
goza anunciando el despido de 70 mil trabajadores del sector público (que en una primera instancia llegaría a 120 mil), pero calla por la incorporación de toda la familia de sus ministros a la nómina gubernamental (empezando por su hermana Karina, alias El Jefe, como la llama), mientras mata por hambre a los jubilados y a los argentinos todos con una política económica que arrasa y promete más, mientras pasa horas y horas metido en X, desde donde gobierna
y, junto con su ejército de bots, responde a la mínima crítica, mientras el país se incendia socialmente.
Cierto es que los argentinos querían un cambio, pues las cosas no funcionaron lo bien que quisieran en el gobierno de Alberto Fernández, pero de ahí a votar por un esquizoide como Milei hay un trecho enorme. Lo peor del caso es que los ciudadanos de aquel país ya habían pasado por esa ruta, tanto en tiempos de la dictadura como en los de Carlos Menem, Fernando de la Rúa y Mauricio Macri. En apenas tres meses de gobierno
la inflación acumula un avance de 70 por ciento, bestiales incrementos en alimentos, tarifazos todos los días y cero por ciento de aumento a salarios y jubilaciones, Y que se aguanten, exige.
No es la primera vez que Milei se le va al cuello al presidente López Obrador ni al mandatario colombiano Gustavo Petro, pero ayer (tal vez porque no tenía nada qué hacer, como acostumbra) se le ocurrió la brillante idea de una nueva andanada: es un halago que un ignorante como López Obrador hable mal de mí, me enaltece
, dijo el presidente de Argentina durante una entrevista en CNN en español, y en la misma oportunidad arremetió también contra su par colombiano, Gustavo Petro, al referirse a su pasado como guerrillero: mucho no se puede esperar de alguien que era un asesino terrorista
( La Jornada).
Petro respondió de inmediato: tras los insultos de Milei expulsó al embajador argentino en Colombia, Gustavo Dzugala, a la vez que retiró a su embajador en Argentina, Camilo Romero. “Esta representa la segunda crisis bilateral en el año, ya que en enero Milei calificó a Petro de ‘comunista asesino que está hundiendo a Colombia’, lo que también hizo que el presidente de Colombia llamara a Romero” ( La Jornada).
No se conoce la respuesta mexicana, pero es de suponer que el presidente López Obrador aborde el tema en la mañanera de hoy, como lo ha hecho en ocasiones anteriores.
Por ejemplo, en la mañanera del pasado 2 de febrero se transmitió un video sobre la durísima realidad desde que Milei llegó al gobierno
, y en él una madre de aquella nación expone que echaron a mi hija de su trabajo; por estoy acá, porque tienen superpoderes, no les importa otra cosa. ¿Sabes para qué quieren superpoderes? Para vender la Patagonia, para vender el litio, para vender YPF (por decirlo de alguna manera, el Pemex de allá), para venderse todos, para vender aerolíneas, ferrocarriles
.
Ante esa denuncia, el presidente López Obrador fijó posición: allá hacen lo que ya hicieron aquí. Entonces, México no está en venta. Hay gobiernos que dan y otros que quitan, y nuestro gobierno da, no quita. Yo lo que planteo es: ese modelo (el de Milei y todo lo que representa) no funciona, lamento mucho que esté pasando eso
.
Y si al esperpéntico Milei no le encolerizó ese comentario, habrá que imaginar lo que piensan los argentinos de él y de la masacre social de que son víctimas. De hecho, a estas alturas allá las apuestas no giran sobre si el esquizofrénico deja o no la Casa Rosada, sino en qué fecha se va, y mejor mientras más rápido, porque el país no aguanta ese ritmo.
Las rebanadas del pastel
Un fuerte abrazo de despedida a nuestro querido Cupy. Buen viaje.
X, antes Twitter: @cafevega