Guadalajara, Jal. Gabriel Alejandro G. fue vinculado a proceso y prisión preventiva por ser presunto responsable del feminicidio de Mónica Abigail, ocurrido el pasado 6 de marzo en el motel Gran Vía, en Guadalajara, primero de tres asesinatos contra mujeres que cometió ese día hasta ser detenido en el interior del centro universitario UTEG, donde acuchilló a sus otras dos víctimas y lesionó a un hombre.
Durante la audiencia de vinculación a proceso el juez de control y oralidad determinó que las pruebas presentadas contra el hombre de 20 años de edad eran suficientes para judicializar el caso y mantenerlo en prisión preventiva durante un año, otorgando seis meses adicionales para la investigación complementaria.
El sujeto, entre las 2 y 4 de la tarde de hace tres semanas, habría asesinado a la primera de sus víctimas en un motel y fue plenamente identificado por cámaras del lugar cuando salía a la calle.
La víctima quedó en uno de los cuartos, con una cruz hecha a cuchillo en el cuello y varias mordeduras en el vientre, según narraron horrorizadas sus amigas, quienes acudieron a buscarla luego que perdieron su ubicación compartida a través del teléfono celular.
Momentos antes de ese feminicidio, Gabriel Alejandro se metió al baño del cuarto y se tomó una fotografía en el espejo que subió a sus redes sociales, ataviado con una sudadera negra, un cubrebocas pintado como la quijada de un cráneo y una playera también negra con imágenes del grupo de metal alternativo estadunidense Slipknot, mostrando con su mano enguantada derecha el hacha que usaría en sus agresiones.
Desde el 6 de marzo en que fue detenido al fondo de un salón de clases en la UTEG, Gabriel Alejandro no ha dado muestras de arrepentimiento aunque parece estar plenamente consciente de lo que hizo, sin pronunciar palabra en alguna de sus audiencias públicas.
Sin embargo en el reclusorio metropolitano de Puente Grande, donde está en una zona aislada, a principios de semana se informó que intentó suicidarse pero fue contenido por los custodios que tienen a su cargo darle atención especial.
El director de Prevención y Readaptación Social de Jalisco, José Antonio Pérez, dijo el martes que lo tienen “con mucha observación física”, ya que no pueden ser instaladas cámaras por restricciones de privacidad vigiladas por las comisiones de derechos humanos y, reconoció, no existe un pabellón en el que pueda ser ubicado para recibir atención psiquiátrica permanente.