Ciudad de México. En el primer bimestre del año la recaudación tributaria tuvo su mejor desempeño desde 2015, al avanzar 8.2 por ciento. El hito destacado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público no compensó un incremento de 30.5 por ciento en el gasto público, el cual fue impulsado por las erogaciones del gobierno federal que, por sí solas, se dispararon 47.9 por ciento.
Este incremento en el gasto del gobierno –que incluye el de ramos autónomos, generales (como el pago de la deuda) y la operación de las secretarías de Estado– se dio en el preámbulo de la veda electoral, la cual impone restricciones al cómo se difunden y distribuyen programas sociales. De ahí que el gasto en las dependencias aumentó 137.3 por ciento, de acuerdo con los informes hacendarios.
A sabiendas de la veda electoral, Hacienda proyectó que el gasto del periodo alcanzaría un billón 742 mil 468.9 millones de pesos en el primer bimestre del año, pero esta previsión se quedó ligeramente por debajo. Se terminaron por gastar un billón 651 mil 507.5 millones de pesos.
El gasto del gobierno federal aumentó 47.9 por ciento. A su interior, el de los ramos autónomos avanzó 22 por ciento, el de los generales 4 por ciento y el de los ramos administrativos, donde se cuentan las dependencias federales, lo hizo 137.3 por ciento. Hacienda destacó que los recursos a desarrollo social registraron un avance de 44.5 por ciento, con aumentos en todos sus componentes, entre los que destacaron protección social, educación y salud.
Al reportar sobre las finanzas y deuda públicas a febrero, Hacienda destacó el incremento en la recaudación. Sin embargo, éste se quedó corto frente a la escalada de gastos. El déficit público prácticamente se triplicó entre el primer bimestre del año pasado respecto al de 2024, al pasar de 141 mil 369.3 millones de pesos a 459 mil 468.2 millones.
Hasta febrero, los ingresos públicos totales –provenientes de la industria petrolera y de la recaudación en el resto de los sectores productivos– aumentaron 6.8 por ciento anual. Pese a ello se encuentran 7 mil 214 millones de pesos por debajo de lo previsto por la dependencia.
Se debe a que, si bien los recursos captados por el Servicio de Administración Tributaria, por los institutos públicos de seguridad social y por las empresas productivas del Estado han rebasado las estimaciones de la dependencia en 31 mil 422 millones de pesos, los petroleros se han quedado cortos en 38 mil 636 millones de pesos.
En comparativos anuales, el ingreso petrolero de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) aumentó 31.8 por ciento; pero los del gobierno federal cayeron 83 por ciento, en parte porque esta administración ha ido reduciendo el gravoso esquema fiscal sobre el principal contribuyente del país.
Por el contrario, dentro de los ingresos no petroleros, la recaudación aumentó 8.2 por ciento anual. “El dinamismo del consumo privado durante los primeros meses del año impulsó la recaudación de IVA (impuesto al valor agregado), que se ubicó 4.1 por ciento real por arriba de lo observado en el primer bimestre de 2023”, destacó Hacienda.
En tanto el ISR (impuesto sobre la renta) registró un incremento de 0.5 por ciento y una reducción progresiva de los estímulos fiscales a las gasolinas, hicieron que la captación vía IEPS (impuesto especial sobre producción y servicios) repuntara 74.1 por ciento.