San Francisco. Nvidia consiguió una capitalización bursátil de 2.2 billones de dólares fabricando chips para inteligencia artificial que se han convertido en la savia que alimenta la nueva era de desarrolladores de IA generativa, desde empresas emergentes hasta Microsoft, OpenAI y la matriz de Google, Alphabet.
Casi tan importante como su hardware es el código informático con 20 años de historia de la empresa, que contribuye a que competir con ella haya sido casi imposible. Más de 4 millones de desarrolladores de todo el mundo confían en la plataforma de software CUDA de Nvidia para crear aplicaciones de IA y otras.
Ahora, una coalición de empresas tecnológicas que incluye a Qualcomm, Google e Intel planea romper el cerco de Nvidia apuntando a su arma secreta: el software que mantiene a los desarrolladores atados a sus chips. Las empresas son parte de un grupo cada vez más numeroso de inversores y empresas que retan el dominio de Nvidia en el campo de la inteligencia artificial.
“Estamos mostrando a los desarrolladores cómo migrar desde una plataforma Nvidia”, dijo Vinesh Sukumar, jefe de IA y aprendizaje automático de Qualcomm, en una entrevista con Reuters.
A partir de una tecnología desarrollada por Intel, denominada OneAPI, la Fundación UXL, un consorcio de empresas tecnológicas, planea crear un conjunto de software y herramientas capaces de alimentar múltiples tipos de chips aceleradores de IA, dijeron a Reuters ejecutivos relacionados con el grupo. El proyecto de código abierto pretende funcionar en cualquier máquina, independientemente del chip y el hardware que la alimente.
El comité de dirección técnica de UXL se dispone a concretar las especificaciones técnicas en el primer semestre de este año. Los ingenieros tienen previsto perfeccionar los detalles técnicos hasta alcanzar un estado “maduro” a finales de año, según los ejecutivos, que subrayaron la necesidad de construir una base sólida que incluya aportaciones de múltiples empresas y que además pueda implantarse en cualquier chip o hardware.
Más allá de las empresas inicialmente implicadas, UXL cortejará a empresas de computación en nube como Amazon y Azure de Microsoft, así como a otros fabricantes de chips.
Desde su lanzamiento en septiembre, UXL ya ha empezado a recibir contribuciones técnicas de terceros, entre ellos miembros de la fundación y personas ajenas a ella interesadas en usar la tecnología de código abierto, según los ejecutivos implicados.
Los planes de la Fundación UXL son uno de los muchos esfuerzos por reducir el control de Nvidia sobre el software que impulsa la IA. Las empresas de capital riesgo y las corporaciones han invertido más de cuatro mil millones de dólares en 93 iniciativas distintas, según datos recopilados por PitchBook a petición de Reuters.
El interés por desbancar a Nvidia a través de una potencial debilidad en el software se ha disparado en el último año, y las startups que aspiran a abrir agujeros en el liderazgo de la compañía engulleron algo más de dos mil millones de dólares en 2023, frente a los 580 millones de hace un año, según los datos de PitchBook.