se sumen a esta tortura.
Se trata, explicaron, de crear la unidad nacional contra la desaparición, con el fin de que la sociedad civil, colectivos y familiares afectados, juntos, puedan hacer frente a la crisis que suma más de 112 mil víctimas en el país y exigir la búsqueda de sus seres queridos; identificación de todos los cuerpos, restos y fragmentos óseos recuperados en fosas comunes y clandestinas, así como investigaciones eficaces y procuración de justicia.
El llamado a la unidad se da en el siguiente contexto: la crisis política por la denostación de parte del gobierno federal de los padres, madres, compañeros y abogados de los 43 de Ayotzinapa, y la falta de resultados que den con su paradero; el desprendimiento, por órdenes presidenciales, de los memoriales por los desaparecidos ubicados a un costado de Palacio Nacional; y el informe Volver a desaparecer, de Data Cívica, que revela que al menos 10 mil 953 nombres de personas desaparecidas fueron borrados de la base de datos nacional.
En el informe, Data Cívica cruzó la información de todos los registros de personas que desaparecieron en México para ayudar a las familias a conocer el estado de la búsqueda, luego de que el gobierno federal realizó un nuevo censo en el que se presentaron irregularidades que alteraron la cifra de víctimas, pues los casos se repetían, muchos fueron eliminados y otros tenían errores en sus datos.
Cabe señalar que desde hace tres meses, más de 300 familias y 250 colectivos de 30 estados en el país iniciaron el trabajo de unificación ante la falta de respuestas de los gobiernos locales y federal. Los colectivos advierten sobre la necesidad de abrazarse sin colores, sin banderas y sin el Estado. La primera llamada es a participar en la Jornada Nacional de Búsqueda, a realizarse el 19 y 20 de abril, y posteriormente marchar juntos en la movilización del 10 de mayo.