Ocuilan, Méx. Decenas de pobladores de la comunidad de San Juan Atzingo de este municipio limítrofe con el estado de Morelos, bloquearon este viernes la carretera federal Toluca-Cuernavaca en protesta por la tala clandestina que sigue deforestando el gran bosque de agua ubicado en esta región de la entidad.
Manifestaron que de las 12 mil hectáreas que tenía esta región boscosa, ya solo quedan 6 mil, pues la mitad ha sido deforestada por la tala inmoderada que ya ha generado impactos negativos en la región.
La protesta se realizó en el paraje de “Agua Bendita”, a escasos kilómetros de los límites con el municipio de Huitzilac en Morelos y de las lagunas de Zempoala.
Desde hace más de 20 años, los pobladores de Ocuilan han solicitado a las autoridades estatales y federales apoyo para detener la operación de grupos organizados que saquean diariamente madera de los bosques de esta zona.
}Estas protestas han derivado también en represalias de los grupos delincuenciales contra la población de Ocuilan. En mayo del 2007, un comando armado asesinó al jóven Aldo Zamora, hijo del activista Idelfonso Zamora, quien durante los últimos años de su vida se dedicó a proteger los bosques de esta región.
También, Felix Alberto Linares, dos veces alcalde de Ocuilan, fue víctima de un atentado hace cuatro años, cuando sobre la carretera en la que hoy se realiza la protesta, escuchó el sonido de las motosierras y al orillarse sobre la carretera descender del vehículo fue agredido a tiros por grupos que estaban talando árboles en la zona.
Meses después, el entonces alcalde de Ocuilan, Felix Alberto Linares, murió luego de que el bimotor que pilotaba sobre Tequesquitengo, Morelos presentó fallas y se desplomó.
Las protestas de la gente de San Juan Atzingo han llegado a Palacio Nacional donde han demandado apoyo de las fuerzas federales para combatir este delito en Ocuilan, pero los pobladores de la comunidad señalan que el Ejército hace patrullajes en la zona unos días y luego se va.
El destacamento de la Guardia Nacional que se colocó en la zona de Tres Marías, a unos 10 kilómetros, tampoco ha servido para inhibir la operación de los grupos delincuenciales que saquean la madera.
“Antes operaban en la noche. Se escuchaban las motosierras y sabías que estaban talando en el bosque, pero ahora ya lo hacen a la luz del día y en completa impunidad”, dijo María una de las mujeres que hoy participó en la protesta junto a sus dos hijos de 12 y 10 años.
En la movilización de este viernes lo mismo participaron hombres que mujeres, personas de la tercera edad, jóvenes y niños, todos portando cartulinas donde se leían consignas en defensa del bosque.