Washington. El líder demócrata del Senado de Estados Unidos anunció la noche del viernes un acuerdo con la oposición republicana para votar en cuestión de horas el presupuesto federal de 2024 que evitaría una parálisis del gobierno.
"No fue fácil, pero esta noche nuestra perseverancia ha valido la pena... Es bueno para el pueblo estadounidense que hayamos llegado a un acuerdo bipartidista para terminar el trabajo", declaró el líder de la mayoría demócrata, Chuck Schumer.
Los senadores incumplieron el plazo de medianoche del viernes para dar luz verde al paquete de 1,2 billones de dólares que mantiene funcionales varias agencias gubernamentales clave, luego de que la Cámara de Representantes aprobara el presupuesto.
Sin emabargo, Schumer anticipó que próximamente habrá una serie de votaciones que detendrían cualquier parálisis, conocida como "shutdown".
Salvo alguna sorpresa, estas votaciones en la mitad de la noche deberían dar como resultado la adopción final de la ley de presupuesto.
Este pequeño retraso no debería tener un impacto importante en las entidades estadounidenses, que corrían el riesgo de desfinanciarse por falta de un acuerdo.
Un año de caos
Más que un gran peligro para la primera potencia económica mundial, estas maniobras de última hora sobre todo retratan el caos que reina en el congreso estadounidense.
Durante el año pasado, la institución destituyó a uno de sus líderes, fracasó en el envió de fondos a Ucrania y evitó por muy poco la quiebra de la principal potencia mundial.
En pleno año electoral, este presupuesto fue objeto de un largo enfrentamiento entre el partido del presidente demócrata Joe Biden y los republicanos.
Los negociadores de la Casa Blanca y del Congreso finalmente se habían puesto de acuerdo sobre un texto, revelado el miércoles por la noche.
Pero fue inmediatamente criticado por congresistas simpatizantes del expresidente republicano Donald Trump, partidarios de una estricta ortodoxia presupuestaria.
El viernes por la mañana, la votación sobre el presupuesto del Estado federal en la Cámara de Representantes también tuvo su dosis de giros inesperados.
La congresista Marjorie Taylor Greene presentó una "moción" para destituir al presidente de la Cámara, el republicano Mike Johnson, a quien acusa de "traición al pueblo estadounidense".
El anuncio cayó como una bomba política en Washington a pesar de que Greene no fijó un calendario para el voto de destitución, que calificó más bien de "advertencia".
La adopción de los presupuestos ha generado una enorme tensión en Estados Unidos.
La lista de posibles consecuencias de un "shutdown" es larga: militares y agentes de seguridad de transporte sin paga, administraciones paralizadas, parques naturales cerrados, ayudas alimentarias congeladas…
Es una situación extremadamente impopular. Si llega a producirse sus efectos se sentirían a principios de la semana que viene.
Fondos de UNRWA
Si se aprueba en el Senado, el proyecto de ley extendería el presupuesto estadounidense hasta el final del año fiscal, el 30 de septiembre.
Este texto de 1.012 páginas contiene medidas con fuertes repercusiones en el extranjero.
El texto prohíbe cualquier financiación directa de Estados Unidos a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA, envuelta en una polémica desde que Israel acusó en enero a 12 de sus 13.000 empleados de estar implicados en un ataque atroz cometido por el movimiento islamista palestino Hamás en octubre.
La medida ha sido muy criticada por el ala izquierda del Partido Demócrata.
También se destinan cientos de millones de dólares a Taiwán, pero no desbloquea fondos para Ucrania.
El proyecto contiene asimismo varias medidas relacionadas con la migración, un tema explosivo en plena campaña presidencial.
Prevé, entre otras cosas, la contratación de decenas de miles de agentes fronterizos.
Por último, contiene una letanía de medidas, no necesariamente vinculadas al presupuesto, como la prohibición a las embajadas estadounidenses de enarbolar la bandera arcoíris de la comunidad LGTB+ durante el "Mes del Orgullo".
Un texto adoptado el 9 de marzo ya permitió completar otra parte del presupuesto de 2024