Ciudad de México. Tras la primera subida de tasas de interés en poco menos de dos décadas del Banco de Japón, los mercados financieros aumentaron su aversión al riesgo de cara al desenlace de mañana de política monetaria de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos y su nuevo cuadro macroeconómico y de tasas de interés.

En la apertura, el peso mexicano mantiene la presión que reportó el lunes en mercados internacionales, pues en México no hubo operaciones financieras, al depreciarse 0.41 por ciento frente a la divisa estadunidense y operar en alrededor de 16.8933 unidades por dólar.

Y es que ante el giro en la política monetaria del Banco de Japón, el dólar sube hasta recuperar, en el caso del yen, el nivel de los 150 yenes. La moneda estadunidense sale reforzada de cara a la Fed, de forma que el euro baja hasta los 1.08 dólares, y la libra británica registra mínimos intradía por debajo de 1.27 dólares.

Así, el índice ponderado del dólar, que mide el comportamiento de la moneda estadunidense frente a una canasta de seis divisas internacionales, incluyendo las antes mencionadas, se aprecia 0.33 por ciento, a 103.580 unidades.

Los analistas, que dudaban de si esta subida en Japón tendría lugar en la reunión de este marzo o bien en la de abril, lo han tomado cautela, y el Nikkei, después de reaccionar inicialmente con descensos, ha activado el rebote para cerrar con subidas de 0.66 por ciento y recuperar de paso el nivel de los 40 mil puntos.

El Banco de Japón se había mantenido al margen hasta ahora de las subidas de tasas del resto de los principales bancos centrales. La medida de hoy constata por tanto las dificultades que podrían tener otros bancos centrales como la Fed o el Banco Central Europeo (BCE) para iniciar de manera inminente su ciclo bajista de tasas. El mercado descarta por completo que mañana la Reserva Federal incluya un cambio en las tasas, describen analistas. De hecho, los analistas advierten que el primer movimiento a la baja de las tasas en Estados Unidos podría retrasarse al verano, o incluso después, unas perspectivas que podrían aclararse en mayor medida en función del mensaje que lance mañana la Fed.

El petróleo y los intereses de la deuda no ayudan a relajar los ánimos antes de la Fed. Tan sólo, la rentabilidad exigida al bono estadunidense a 10 años supera el umbral de 4.30 por ciento, a 4.311 por ciento esta mañana.

Las presiones alcistas sobre el mercado del petróleo, monopolizado por la divisa estadunidense, llevan al barril de Brent, disparado ayer a máximos desde noviembre, consolida su ascenso cerca de los 87 dólares, con una ganancia de 0.36 por ciento, a 87.19 dólares; mientras que el barril tipo West Texas, de referencia en EU, se acerca a los 82.44 dólares. Los últimos ataques contra instalaciones petroleras de Rusia y el descenso en las exportaciones de Irak y Arabia Saudita reactivan el temor sobre los suministros.

En tanto, los mercados accionarios estadunidenses aguardan novedades de la Fed con nuevos signos de cautela.

La presentación del chip más potente de Nividia no evita las caídas de cara a la apertura de hoy, un freno que se extiende al conjunto del Nasdaq, donde cae 0.55 por ciento.

La Bolsa Mexicana de Valores (BMV), tras el feriado del lunes, regresa con caídas de 0.40 por ciento, a 55 mil 989 puntos.