Madrid. Alrededor de 80 tractores y más de 2 mil personas recorrieron ayer el centro de Madrid de demanda de medidas urgentes
para paliar la situación de precariedad y crisis que sufre el campo, que ante su situación de desamparo
decidió sumarse a las protestas que empezaron en Francia y continuaron en el resto del continente para presionar a la Unión Europea (UE) a que se adopten planes conjuntos de rescate.
Los agricultores españoles arrancaron su marcha frente a la sede del ministerio de Transición Ecológica y la finalizaron en la del ministerio de Agricultura, a un costado de la céntrica estación de Atocha.
La plataforma Unión de Uniones, que no pertenece a ninguna de las asociaciones que han representado al sector agrícola en los últimos años, continuó con sus movilizaciones y acciones de protesta contra el gobierno español, del socialista Pedro Sánchez, y contra las autoridades europeas, que son las que finalmente tienen la potestad de cambiar la política agrícola común en la UE y las que fijan los planes de futuro en el sector, sobre todo los relacionadas con el medio ambiente y el desarrollo industrial.
De hecho, ese es uno de los principales escollos y de las reivindicaciones del movimiento europeo del campo, que se ha bautizado en algunos países como la revolución de los tractores
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En España, de nuevo los agricultores exigieron al ministro del ramo, Luis Planas, medidas concretas y urgentes
. Uno de los líderes de las protestas, Luis Cortés, explicó que lo que deben hacer en la UE y en el gobierno español es un reglamento propio de medio ambiente y no mezclarlo con el de agricultura, porque eso nos está asfixiando
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Al igual que el resto de los agricultores europeos, advirtieron que las protestas no cesarán, a la espera del Consejo de Europa del próximo día 26, cuando se debatirá una batería de iniciativas relacionadas tanto con el sector agrícola como del medio ambiente y la Agenda 2030.
Esta es la tercera protesta con tractores en la capital española en menos de un mes, aunque ha sido menos concurrida, ya que las anteriores, 21 y 26 de febrero, congregaron más de 10 mil personas cada una.
Entre las consignas que se escucharon en la marcha destacó el mensaje recurrente de que están hartos de un montón de burocracia, papeleos, controles, de decirnos lo que tenemos que sembrar y luego vienen productos de terceros países que llegan sin ningún control de calidad ni nada y entran a España como si fueran nuestros
, resumió Cortés.