Pekín. Los índices de producción industrial, servicios, ventas del mercado, inversión, importación, exportación y empleo en China, entre otros valores, mostraron señales de recuperación durante enero y febrero pasados, reveló este lunes la Oficina Nacional de Estadísticas (BNE, por sus siglas en inglés), en momentos que el gobierno busca estabilizar la economía del país.
La producción industrial –medida a través de empresas con un volumen anual de negocio que supera los 2.82 millones de dólares– aumentó 7 por ciento interanual durante los primeros dos meses del año, indicó la entidad en un reporte; en términos mensuales este indicador se elevó 0.56 en febrero con respecto al mes anterior.
Por sectores, el valor agregado de la industria minera aumentó 2.3 por ciento; el manufacturero 7.7, el de la producción y suministro de electricidad, calor, gas y agua lo hizo 7.9, mientras que el de fabricación de bienes de consumo creció 4.7 por ciento, de acuerdo con lo reportado por la BNE.
Por otro lado, en el primer bimestre del año, el índice de producción de servicios creció 5.8 por ciento en el comparativo interanual. Por subsector, el de alojamiento y restauración avanzó 12.1 por ciento; el de transmisión de información, software y de tecnología de la información lo hizo 10.4 por ciento.
También en producción de servicios, el índice de intermediación financiera creció 8.2 por ciento; el de transporte, almacenamiento y servicios postales 7.1 por ciento y el de comercio al por mayor y al por menor creció 7 por ciento.
Sólo las ventas minoristas de bienes de consumo sumaron 1.16 billones de dólares en el primer bimestre del año, un incremento de 5.5 puntos porcentuales respecto al periodo comparable de 2023.
La BNE también reportó que la inversión en activos fijos aumentó 8.9 por ciento interanual, una vez descontada la inversión en desarrollo inmobiliario. Específicamente, el recurso hacia infraestructura creció 6.3 por ciento, el enfocado a manufactura lo hizo 9.4 por ciento y el de desarrollo inmobiliario disminuyó 9 por ciento.
El valor total de las importaciones y exportaciones de bienes aumentó 8.7 por ciento, la tasa de desempleo urbana promedió 5.3 por ciento y el indicador de inflación se mantuvo igual año anterior.
A inicios de este mes, en el marco de las actividades de las Dos Sesiones, el primer ministro chino, Li Qiang, presentó las metas de desarrollo para 2024. Entre ellas un crecimiento del producto interno bruto (PIB) de 5 por ciento que “no será fácil alcanzar”, acompañado por un déficit público de 3 por ciento, una tasa de desempleo urbano de 5.5 por ciento y una inflación en torno a 3 por ciento.
Otros objetivos oficiales para este año serán la adición de 12 millones de nuevos puestos de trabajo en zonas urbanas, un “equilibrio básico” en la balanza de pagos, una producción de grano superior a 650 millones de toneladas y una caída del 2.5 por ciento en el consumo de energía por unidad del PIB.
Las autoridades fijaron estos objetivos en medio de una crisis inmobiliaria y un alto desempleo juvenil, además de una ralentización de la actividad económica a escala mundial, que afecta las exportaciones chinas. El año pasado el PIB chino repuntó 5.2 por ciento tras el levantamiento de las restricciones aplicadas por la pandemia del covid-19.