Bien podríamos decir que en este debate nadie se salva. Quienes participan son, se quiera o no, pecadores políticos y llegan al foro de la disputa con la carga de las culpas encajadas en su trayectoria de vida pública.
Para Clara Brugada –primero las damas–, el peso del antecedente que marcó su partido con el desconocimiento de las encuestas que no le favorecieron.
Tal vez el menos favorecido sea el candidato del PAN: Taboada. Todo el pasado lo condena. No sólo se trata del mal gobierno azul durante dos sexenios, sino de los hechos recientes que nos hablan a gritos de los ilícitos cometidos por miembros de su partido al amparo del poder de la alcaldía en Benito Juárez.
Y queédecir de Cherto, el candidato de Movimiento Ciudadano, quien hoy se considera un político de centro, pero que ayer militó en la derecha más corrupta: la de Calderón, y después se puso la cachucha de una izquierda en descomposición: la del PRD, para terminar con el mismo futuro –si hacemos caso a las encuestas–: otra derrota vergonzosa.
Frente a las cámaras de tv, cada cual hizo uso de los gestos que por semanas practicaron frente al espejo y con el consejo de sus asesores que marcaron, con seguridad, el momento de las sonrisas, de las miradas socarronas, del tono en la voz y la respuesta como con navaja.
Ya con las luces de los reflectores encima, ningún pronóstico podía augurar algo correcto, políticamente hablando, así que todo quedó listo para el banquete de morbo que son estos encuentros entre candidatos que sólo son un show para la televisión, y nada más.
A la orden de iniciar el programa, la candidata de Sigamos Haciendo Historia, Clara Brugada, abrió fuego. Apenas eran las 20:14 horas y las acusaciones entre Morena y el Partido Acción Nacional, más que aportar información a los ciudadanos, confundían.
Taboada echó mano de las mentiras que se repiten en ciertos medios de comunicación y trató, como siempre hizo su partido, de confundir, de sembrar más odio entre la gente, porque eso es lo que produce la mentira.
Pasó la primera hora y todo era caos. A la propuesta, siempre la crítica destructiva; Taboada desmentía una y otra vez los datos que ha proporcionado el Inegi sin decirnos cuáles eran sus fuentes, presumiendo que Benito Juárez es la más segura, aunque le dijeron con otros datos que era el territorio donde más asaltos sufren los pequeños negocios.
Las diferencias eran evidentes. Brugada proponía seguir con la idea de la 4T en un plan incluyente, mientras Taboada ponía sobre la mesa un plan de negocios no muy bien definido, porque el tiempo lo usó para esquivar balas y a lanzar lodo.
Pero en fin, se trató de un programa de televisión, un programa de ficción y horror que nos obligaba a salir a la calle para preguntarnos: ¿dónde vivimos?, porque a final de cuentas todo lo que se propuso no fueron más que dichos de difícil consecución, palabras que se quedan en el video, pero que no trascienden.
Ah, también estuvo el candidato por Movimiento Ciudadano, ese que tiene la marca Calderón en la conciencia y que echó mano de su experiencia en esto de competir por la jefatura de Gobierno, otra vez, con otra cachucha, pero con el mismo camino al fracaso.
Total, pobre ciudad, ojalá reaccionen.
De pasadita
El asunto del cártel inmobiliario que se descubrió en estas páginas y del que se ha dado fe paso a paso, no se ha archivado ni se ha terminado, por el contrario, se ha profundizado y cada vez se encuentran nuevos datos de las trapacerías azules en ciertos puntos de la ciudad. Ya veremos qué pasa.