Además de su trabajo intelectual, don Daniel contribuyó a la edificación de importantes instituciones que aún perduran, como la Escuela de Economía, El Colegio de México y el Fondo de Cultura Económica.
Conocí a don Daniel Cosío Villegas gracias a otro importante intelectual, Jorge Castañeda y Álvarez de la Rosa, cuando escribía mi tesis de licenciatura acerca del orden panamericano. Me identifiqué con sus ideas liberales y por realizar críticas a la Revolución Mexicana desde un ángulo de respeto y contención. Crítica que pudo ser vista en su célebre ensayo La crisis de México, en el que señaló que las metas de la Revolución no fueron alcanzadas.
Don Daniel era un crítico del sistema político mexicano, principalmente de la Presidencia, como es posible observar en obras como El estilo personal de gobernar y en sus publicaciones semanales en el diario Excélsior. A pesar de sus críticas, siempre fue respetado y valorado. Por ejemplo, Luis Echeverría intentó censurarlo, pero también conquistarlo como cuando en 1971 le fue otorgado el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el ramo de las letras.
Cosío Villegas ha superado a sus detractores e incluso su propio liberalismo. Lo considero mi maestro, aunque nunca recibí una lección personal de él, pero sus obras y artículos en Excélsior y en la revista Plural (dirigida por Octavio Paz) influyeron en mi pensamiento liberal. Creo que el fundador de El Colegio de México debe seguir siendo estudiado y su figura intelectual servir de inspiración para todos aquellos que intentan hacer una crítica fundamentada del sistema político actual de nuestro país.