Las Grandes Ligas de beisbol hoy registran las peores cifras de jugadores afroestadunidenses. De acuerdo con un estudio del Instituto de Diversidad y Ética en el Deporte en la Universidad de Florida Central, los jugadores de raza negra representan apenas 6.2 por ciento de los peloteros que estuvieron en los planteles el día inaugural de la temporada 2023, con respecto al 7.2 en 2022. Estos son los números más bajos desde que comenzaron el estudio en 1991, cuando 18 por ciento eran de raza negra.
Es además el porcentaje más bajo de participación de jugadores afroestadunidenses de cuatro de las cinco ligas más importantes en ese país –NBA, NFL, MLB y MLS– sin contar a la NHL, donde 90 por ciento son jugadores blancos.
El caso de Lee Allen, jugador de los Reales de Kansas, describe a lo que se enfrentan los peloteros de raza negra en Estados Unidos. En su infancia, el beisbol fue algo ajeno, pues Allen, afroestadunidense de los barrios pobres de Kansas, no tuvo muchas oportunidades de jugar ese deporte hasta la secundaria.
En enero de 2020, cuando Allen tenía 17 años, recibió una invitación del programa de desarrollo de la MLB, la Dream Series. Fue la primera vez que pudo jugar frente a cazatalentos y coaches, para demostrar sus habilidades en un entorno competitivo.
Cuatro años después, con la mira puesta en ser profesional, Allen se paró en el complejo de entrenamiento Jackie Robinson –el primer jugador de raza negra en Grandes Ligas en 1947–, en Florida, representando a Praire View A&M University, escuela históricamente afroestadunidense. Esto exhibe el difícil tránsito de esa comunidad para llegar al beisbol profesional.
Las Grandes Ligas han intentando hacer frente a este problema con iniciativas en las canteras del beisbol estadunidense.
Hemos redoblado lo que hacíamos antes
, advirtió Del Mathews, vicepresidente de desarrollo de MLB, porque estamos produciendo chicos que van al nivel universitario, que se están involucrando. Vemos más jóvenes jugando en universidades de División I y otros más seleccionados en las ligas menores
.
Aunque hay señales de avance en el nivel profesional, el incremento es lento en Grandes Ligas. Entre 2012 y 2021, 17.4 por ciento de las selecciones de primera ronda fueron jugadores afroestadunidenses. Ese número incrementó al 30 por ciento en 2022, cuando por primera vez en la historia cuatro de las primeras cinco fueron peloteros de raza negra, y todos fueron gracias a iniciativas de diversidad de la MLB.
Pero este incremento no ha hecho que los números de Grandes Ligas cambien de manera notoria, tampoco en las divisiones menores. La participación de peloteros de raza negra ha tenido un lento incremento. Cuando la MLB anunció las plantillas para el Spring Breakout, en el que jugaron los mejores prospectos de las menores, 9.5 por ciento de los jugadores eran afroestadunidenses, incluyendo 31 graduados de los programas de diversidad.
El proceso inicia con la gira anual de los campamentos en varias ciudades del país para identificar a las potencias en los barrios de las ciudades. Esta gira pasó de 12 paradas en 2018 a 18 este año y se enfoca en chicos de 13 y 14 años. La meta es enviar a estos prospectos a programas más avanzados.
El deporte se ha vuelto tan caro que ha dejado fuera a muchos de nuestros chicos
, admitió Jerry Manuel, ex mánager de los Medias Blancas y Mets. Tenemos que hacer todo para traerlos de vuelta
.
Los programas son principalmente financiados por la Federación de Beisbol Estadunidense, que paga por el equipamiento, las comidas y los posibles viajes que, según cifras de Mathews, podrían ser de 700 dólares por competencia.
Entre mil 200 y mil 500 niños son seleccionados cada año para participar en los torneos de diversidad, incluyendo la Dream Series, Breakthrough Series, Hank Aaron Invitational y eventos de beisbol y softbol para niñas.
La liga indicó que cerca de 700 graduados de estos programas de desarrollo han llegado a jugar beisbol colegial, 90 por ciento de raza negra.