Santiago. Un juicio penal contra Héctor Llaitul Carrillanca (56), portavoz y principal dirigente de la organización rebelde mapuche Coordinadora Arauco Malleco (CAM), dio inicio este martes en la ciudad de Temuco, 700 kilómetros al sur de la capital chilena, en el corazón del territorio (Wallmapu) indígena, para quien la fiscalía pide 25 años de prisión.
Llaitul, preso desde agosto de 2022 tras ser arrestado sin oponer resistencia en una locación rural en la Región del Biobío, es acusado de los delitos de incitación y apología a la violencia, hurto simple, atentado contra la autoridad y usurpación.
El gobierno del presidente, Gabriel Boric, es también querellante en la causa, representado por el Ministerio del Interior.
La CAM, con más de 20 años de trayectoria, es una de al menos cinco organizaciones mapuche que operan armas en mano por la recuperación de los territorios ancestrales de esa raza, la expulsión desde el Wallmapu de los conglomerados forestales que explotan las tierras, y también por la obtención de autonomía que facilite formas de organización, según la cultura y tradición mapuche.
Principalmente, la CAM, mediante la acción de sus Órganos de Resistencia Territorial (ORT), al igual que las otras agrupaciones, actúan recuperando y habitando predios, atacando e incendiado convoyes y faenas madereras, haciendas agrícolas en poder de colonos chilenos e infraestructura como puentes, escuelas e iglesias que simbolizarían la colonización y usurpación ocurrida desde mediados del siglo XIX, tras la ocupación del Wallmapu por el ejército chileno.
En enero de 2020, a propósito del juicio y condena de un militante de la CAM, Llaitul llamó a la resistencia armada, según interpretó la administración del fallecido ex presidente Sebastián Piñera, las cuales le costaron el inicio de la persecución penal.
A lo largo de su existencia, la CAM y otras agrupaciones han reclamado la autoría de centenares de atentados.
“La lucha mapuche no es algo que no tenga contenido. Tiene mucho fundamento: histórico, político, ideológico, cultural, espiritual. Por lo tanto, se nos mandató a decir que la resistencia se mantendrá. Y la resistencia tal cual es una resistencia armada”, afirma.
Había cierta expectativa de que el “conflicto mapuche” sería desescalado con la llegada de Boric a la presidencia de Chile, pues durante su campaña prometió desmilitarizar regiones del Wallmapu donde Piñera desplegó tropas. Si bien apenas asumió lo dispuso, dos meses después, en mayo de 2022, decretó el estado de excepción y militarizó zonas específicas.
Según el gobierno, ha disminuido la violencia rural tanto por el emergencia como nuevas leyes en materia de seguridad.