Madrid. El Departamento de Justicia de Estados Unidos inició una investigación penal contra Boeing por el desprendimiento de un panel en un avión 737 Max 9 de Alaska Airlines en pleno vuelo el pasado 5 de enero y que obligó a un aterrizaje forzoso.
Los investigadores ya se comunicaron con algunos pasajeros y tripulantes de ese vuelo, entre los que se incluyen pilotos y asistentes de vuelo, según recoge el Wall Street Journal.
Alaska Airlines declaró que “en un suceso como éste, es normal que el Departamento de Justicia esté llevando a cabo una investigación”. “Estamos cooperando plenamente y no creemos que seamos un objetivo de la investigación”, añadió la aerolínea.
El Boeing de Alaska Airlines sufrió un desprendimiento de un panel siete minutos después de despegar de Portland (Oregón), lo que obligó a los pilotos a realizar un aterrizaje de emergencia sin que hubiera heridos.
Desde entonces, el fabricante estadunidense ha estado bajo escrutinio de las autoridades del país, como la Administración Federal de Aviación (FAA), que detectó en una auditoría reciente múltiples casos que incumplían los requisitos de control de calidad en la fabricación de aviones comerciales.
El informe apunta a problemas de incumplimiento en el control del proceso de fabricación, la manipulación y el almacenamiento de piezas y el control de productos del fabricante estadunidense.
El mes pasado, Bloomberg ya informó que el Departamento de Justicia estaba analizando el incidente de Alaska Airlines, examinando si entraba en el ámbito del acuerdo de enjuiciamiento diferido que el gobierno firmó en 2021 con el fabricante de aviones por dos accidentes mortales anteriores de su avión 737 Max.
Suicidio de exempleado
John Barnett, un exempleado de Boeing que supuestamente había expresado su preocupación por los problemas de producción de la empresa, fue hallado muerto por un aparente suicidio, según las autoridades de Carolina del Sur.
Barnett trabajó en Boeing durante 32 años antes de dejar la compañía en 2017, según la BBC, que informó con anterioridad sobre sus esfuerzos por plantear problemas sobre los dilemas de producción de la compañía.
El hombre, de 62 años, murió de una herida de bala autoinfligida, según confirmó el martes la oficina del forense del condado de Charleston, en Carolina del Sur.
“Nos entristece el fallecimiento del señor Barnett, y nuestros pensamientos están con su familia y amigos”, dijo Boeing en un comunicado.
El abogado de Barnett, Brian Knowles, no respondió a las peticiones de comentarios. Según indicó a la publicación Corporate Crime Reporter, Barnett había estado en medio de una declaración en una demanda de denunciantes en Charleston relacionada con la producción del avión 787 Dreamliner.