Los actos de discriminación y racismo en el futbol mexicano marcan una evidencia estadística abrumadora. Desde los rincones más profundos de un estadio, la lista de insultos se ha extendido en contra de jugadores como Julián Quiñones y Nahuel Guzmán, quienes fueron agredidos la semana pasada en Liga y Concacaf con sonidos de mono y el grito de “ehhh pu…” en sus despejes. Como una medida de acción para castigar a los responsables, el torneo difundió por primera vez el protocolo existente desde la Temporada 2020-21.
Según el documento, incurrir en cualquier conducta de este tipo no sólo implicará ser presentado ante las autoridades judiciales, sino perder, además, el derecho de por vida para asistir a los encuentros del circuito profesional. “Los responsables serán sacados del estadio para después ser presentados ante las autoridades competentes y perderán su Fan ID de por vida”, precisó.
Tras un video que se hizo viral en redes sociales, en el que un grupo de aficionados del Guadalajara realizó acciones discriminatorias hacia el delantero Quiñones, del América, al que llamaron “¡pinche negro!” y provocaron realizando sonidos de mono en el duelo de ida de octavos de final en la Liga de Campeones de Concacaf, la directiva de las Águilas presentó una queja formal ante el máximo organismo de la región, pidiendo respeto en todos los ámbitos.
Pocos días después, el arquero argentino Nahuel Guzmán se quejó durante el encuentro Tigres-América, correspondiente a la fecha 11 de la Liga, de que un grupo de seguidores en la cabecera local, conformado en su mayoría por mujeres -debido a la conmemoración del 8 de marzo-, exclamó el grito de “ehhh pu…” y cantó “que lo vengan a ver/ que lo vengan ver/ ese no es un portero es una p… de cabaret” en cada despeje que realizó desde su área.
La aplicación del protocolo de la Liga en relación con insultos racistas incluye tres fases. En la primera, el árbitro central tendrá la facultad de detener el juego y pedir a los asistentes detener su comportamiento. Si las agresiones no se detienen, las acciones se suspenderán temporalmente. De llegar al último aviso en el sonido local, se abrirá un procedimiento por parte de la Comisión Disciplinaria y el inmueble podría ser vetado.