Ciudad de México. El pintor y escultor Yubé Ortiz (Ciudad de México, 1975) creció en un ambiente artístico; sin embargo, en algún momento pensó en ser abogado. Incluso, durante tres años cursó la carrera de derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Mientras estudiaba, hacía prácticas en los tribunales, pero no le gustó la corrupción que veía.
Aparte de tomar talleres de dibujo y pintura, también estudió música. En la ahora Facultad de Música de la UNAM, tomó clases de solfeo, violín y canto. Perteneció al Coro de Niños y Jóvenes Cantores de la institución. Todo esto lo llevó a tener un gusto por las artes.
A la par de su desempeño en los tribunales Yubé, trabajaba con su padre, el escultor Tiburcio Ortiz (Santa Catalina Chinango, Oaxaca, 1945), de quien fue ayudante durante siete años. Como se dice, tuvo su maestro en casa, porque no cursó la carrera de artes visuales. Sí realizó estudios particulares de técnicas y disciplinas como litografía, mosaico, dibujo, talla en mármol, pintura mural al fresco y acero inoxidable, tanto en México como en Francia e Italia. Finalmente, el arte se impuso y el joven Yubé se fue a vivir a Europa por seis años.
Los talleres que cursó, a decir del artista, ya no se dan en las escuelas de arte
. Más bien “enseñan mucha teoría, mucho concepto. Actualmente, el arte se inclina hacia lo conceptual. Se va por el lado de los libros, no por lo manual, lo material, de agarrar la plastilina y dibujar. Tuve clases de dibujo con modelo al desnudo, retratos... la educación de antes.
A veces pienso que la escuela también inculca prejuicios, porque me ha tocado verlo, de que el arte se concibe bajo cierto molde conceptual. Me siento liberado de esa manera de pensar.
Más allá de los conocimientos técnicos que Yubé recibió de su padre, fue de gran relevancia su orientación; es decir, en cuanto al sentido que tiene el arte, su finalidad
. Son varias situaciones que deben reunirse para ser considerado arte, no sólo ser técnico o teórico
, dice a La Jornada.
En entrevista con ‘La Jornada’, Yubé Ortiz refirió que su interés actual se centra en la representación artística de conceptos como la libertad o la justicia. Foto cortesía del artista
De las formas geométricas a las orgánicas
Su padre también le dio mucha libertad
. Nunca le dijo: “‘este tipo de arte no’, porque yo tenía otras inquietudes estéticas. Sí me criticaba en el buen sentido técnico de orientarme; sin embargo, nunca me atacó por hacer cosas muy diferentes a las suyas. Desarrollé muy bien mi labor creativa y poco a poco empecé a trabajar en lo que pensaba y quería”.
Los intereses de Ortiz se dirigieron, primero, hacia la escultura geométrica. Estuve un tiempo con el maestro Sebastián, con la idea de aprender cómo se hacia una escultura grande. Sin embargo, al paso de los años uno cambia de ideas. Ahora mi intención es representar en la escultura formas orgánicas de la naturaleza, metáforas sobre ciertos conceptos. Por ejemplo, la libertad o la justicia. Las formas naturales me llaman mucho la atención. Cómo ver la forma de un maguey, del maíz o las aves que representan la libertad, y trasmitirlo por medio de la escultura
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Como Ortiz también es pintor, en ese medio le gusta desarrollar temas más humanistas y sociales que considera una herencia cultural que tenemos en México. Puede parecer fuerte el mensaje, pero es el reflejo de una actualidad, de un presente que vivimos
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Se considera multitemático
, ya que le gusta darse tiempo para ciertos temas y después cambiar a otros, si no, la vida sería muy aburrida. Para un artista es necesario vivir facetas. Picasso es un gran maestro en este sentido: nunca cayó en la monotonía. Hay que vivir cambios internos como artista. No me quedo en cierto estilo, tendencia o modo de percibir el arte. Hay que verlo de manera más amplia. El horizonte es grande y el tiempo es poco para crear y hacer arte
.
El artista hace votos para que los museos abran sus salas a otras expresiones, para que no se centren en una sola temática, para que sean más democráticos
.