Nueva York. El expresidente Donald Trump declaró el lunes que sigue creyendo que TikTok plantea una amenaza a la seguridad nacional, pero que está en contra de prohibir esa app porque ello beneficiaría a Facebook —al que sigue criticando por el tema de su derrota electoral en 2020.
En una entrevista telefónica para el programa “Squawk Box” del canal de noticias CNBC, a Trump se le preguntó sobre sus declaraciones de la semana pasada en que pareció estar en contra de una propuesta en el Congreso que excluiría a TikTok y otras apps de ByteDance de las tiendas Apple y Google y de los servidores de internet estadounidenses.
“Francamente, a mucha gente le encanta TikTok. Hay muchos chicos en TikTok que se volverían locos sin él”, respondió Trump. “Hay muchas cosas buenas y muchas cosas malas con TikTok. Pero lo que a mí no me gusta es que sin TikTok, Facebook se hará más grande, y yo considero a Facebook un enemigo del pueblo, igual que muchos otros medios de comunicación”.
“Cuando lo pienso, yo no quiero de Facebook duplique su tamaño. Creo que Facebook ha sido muy malo para nuestro país, especialmente en el tema de las elecciones”, añadió.
Trump reiteradamente se ha quejado del rol que desempeñó Facebook en las elecciones de 2020, que hasta el día de hoy Trump se niega a admitir que perdió ante el actual presidente Joe Biden.
Ello incluye por lo menos 400 millones de dólares que el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, y su esposa donaron a dos organizaciones sin fines de lucro que repartieron subsidios a gobiernos estatales y municipales para ayudarles a celebrar las elecciones cuando el país estaba en medio de la pandemia de COVID-19.
Las donaciones —totalmente legales según las leyes de financiamiento de campañas— fueron destinadas para cosas como el pago de equipos para procesar boletas electorales o quioscos de votación.
TikTok, un app para compartir videos, se ha perfilado como un tema importante en la campaña presidencial de 2024. La plataforma tiene aproximadamente 170 millones de usuarios en Estados Unidos, en su mayoría jóvenes —un sector demográfico que ambos partidos intentan ansiosamente de atraer previo a las elecciones de noviembre.
Los votantes jóvenes particularmente son difíciles de conseguir hoy en día, ya que pasan menos tiempo en plataformas tradicionales como la televisión por cable.