Luca Nardi, un joven italiano de 20 años que suele dormir con una foto de la máxima estrella del tenis Novak Djokovic en su habitación, fue una sorpresa demoledora en el torneo de Indian Wells en el desierto de California. Venció precisamente a su ídolo. Lo eliminó en la tercera ronda con marcador de 6-4, 3-6 y 6-3 en un partido de dos horas y 25 minutos en la cancha central donde todos estaban con la quijada en el suelo.
Un tenista que está en el puesto 123 de la clasificación y que llegó a esta cita con la figura de lucky loser, literalmente un perdedor con suerte, pues se abrió su lugar por la baja de otro competidor, venció al número uno. Una historia que nadie imaginó en las horas previas.
Cuando Nardi consiguió el ace, un punto perfecto en el saque donde el rival no toca la pelota, todos gritaron y el vencedor meneó la cabeza en un gesto de negación. No podía creer lo que había logrado. Djokovic se acercó a la red y lo abrazó, después lo señaló con su raqueta para que el público ovacionara a este perdedor con suerte que esta noche, en el desierto de California, derrotó al mejor tenista del mundo.