Madrid. Una de cada siete especies de tiburones y rayas de aguas profundas está en peligro de extinción debido a la sobrepesca, según un nuevo estudio de ocho años publicado en la revista Science.
Específicamente, el análisis encontró que los tiburones y las rayas son capturados incidentalmente en pesquerías que apuntan a especies de mayor valor comercial. Sin embargo, se conservan por el valor de su aceite y carne. Esto, sumado a una reciente expansión global del comercio de aceite de hígado de tiburón, ha resultado en pronunciadas disminuciones de la población.
Aproximadamente la mitad de los tiburones del mundo se encuentran más allá de los 200 metros, debajo de donde la luz del Sol llega al océano
, dice en un comunicado Nicholas Dulvy, profesor distinguido de Biodiversidad y Conservación Marina de la SFU (Simon Fraser University). La primera vez que ven la luz del Sol es cuando los suben a la cubierta de un barco pesquero
.
Este nuevo análisis de Dulvy evaluó más de 500 especies de tiburones y rayas y contó con la participación de más de 300 expertos de todo el mundo. Encontró que alrededor de 60 especies están amenazadas con un elevado riesgo de extinción debido a la sobrepesca, según los criterios de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
A medida que alta mar y las aguas costeras se están agotando en muchos países del mundo, estamos incentivando a los pescadores a capturar en alta mar y se ha vuelto tecnológicamente viable pescar hasta a un kilómetro de profundidad
, señala Dulvy.
Aceite de hígado muy apreciado
Los tiburones y rayas de aguas profundas se encuentran entre los vertebrados marinos más sensibles debido a su larga esperanza de vida y sus bajas tasas de reproducción. Tienen ciclos de vida más similares a los de los mamíferos marinos como las ballenas y las morsas, que antiguamente eran explotados por sus aceites y ahora están muy protegidos.
Muchos tiburones y rayas de aguas profundas sólo pueden soportar cantidades muy pequeñas de presión pesquera
, afirma Dulvy. Algunas especies pueden tardar 30 años o más en madurar, y posiblemente hasta 150 años en el caso del tiburón de Groenlandia, y sólo producen 12 crías a lo largo de toda su vida
.
Los tiburones y las rayas mantienen su flotabilidad al tener un hígado graso, pero esta grasa es muy apreciada. Se utiliza ampliamente en cosméticos, suplementos nutricionales y medicamentos, como vacunas. También ha habido un aumento en la captura de rayas para respaldar la demanda de éstas fermentadas, un manjar tradicional coreano.
Regular el comercio
Ha habido un gran éxito en la regulación del comercio de aletas de tiburón. Ahora debemos centrar nuestra atención en regular el comercio internacional de aceite de hígado.
Además de regular el comercio internacional de aceite de hígado de tiburón, el estudio también respalda un impulso global para proteger 30 por ciento de los océanos del mundo para 2030. Proteger este porcentaje de las profundidades (de 200 a 2 mil metros) proporcionaría a 80 por ciento de las especies parcialmente protección en toda su área de distribución. Una prohibición mundial de la pesca por debajo de los 800 metros proporcionaría 30 por ciento de refugio vertical para un tercio de los tiburones y rayas de aguas profundas amenazados.
El Proyecto Global Shark Trends es una colaboración de la Universidad Simon Fraser, el Grupo de Especialistas en Tiburones de la UICN, la Universidad James Cook y el Acuario de Georgia.