Ciudad de México. Aunque en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se ha logrado avanzar en el diseño y aplicación de diversas normativas contra la violencia de género, todavía es necesario garantizar que exista la sensibilidad y la “voluntad de cambio” suficiente por parte de los funcionarios que toman decisiones en esta materia.
Así lo afirmó Paulina Uribe, subdirectora de Transversalización de Políticas Universitarias de la Coordinación para la Igualdad de Género de la UNAM, quien señaló que la erradicación de este flagelo es parte de un proceso de cambio cultural a largo plazo, y por lo tanto no siempre se pueden obtener resultados inmediatos.
En entrevista con La Jornada, a propósito de las actividades en la máxima casa de estudios por el Día Internacional de las Mujeres, la funcionaria señaló que los avances normativos son una parte fundamental de la lucha contra la violencia de género, aunque admitió que no son suficientes para detener las agresiones en lo inmediato.
“Hay una parte que la Universidad tiene que resolver a nivel normativas. Algo de lo que se hizo hace unos años es que la violencia de género sea considerada una falta grave dentro de la Universidad. Eso no existía, se tenía que hacer y ya se hizo”, destacó.
“Sin embargo como bien dicen las colectivas feministas, no es suficiente, porque después viene la parte de que estas normativas sean ágiles y resuelvan las problemáticas. El tema de la violencia es muy complejo y muchas veces no se puede resolver nada más con esas normativas, sino que requiere este cambio cultural, educativo, estructural, en el que nosotros estamos trabajando también”, indicó.
Por la propia naturaleza de los protocolos y leyes sobre el tema, “desafortunadamente no se da una respuesta inmediata, porque lleva una serie de procesos y lógicas, pero ya hay una respuesta a nivel normativo y estructural y ya hay manera de darles cauce” a las denuncias de las víctimas.
- ¿Cree que debería desvincularse a las direcciones de las escuelas de la decisión final sobre las sanciones contra agresores?, ¿debería tomar la decisión un organismo plenamente autónomo?
- Creo que le ha faltado a la Universidad discutir esto, porque sí causa muchos conflictos que sean las direcciones (las encargadas de decidir el castigo a los responsables de actos violentos), pero también mandarlos a otros mecanismos puede burocratizar más el proceso.
Está señalado el problema, lo conocemos, se ha abordado en distintas instancias y todavía no hay una propuesta clara al respecto, pero es algo que todavía se tiene que conversar dentro de la Universidad para obtener soluciones que puedan ser más rápidas. Hay que revisar jurídicamente qué se puede hacer.
“Hace falta mayor sensibilidad entre tomadores de decisiones”.
Consultada sobre cuáles son los puntos que le están haciendo falta a la UNAM para avanzar con mayor fuerza contra la violencia de género, Uribe consideró que “casi siempre es la voluntad al cambio. Todavía en la Universidad tenemos personas en los puestos de toma de decisión que no están sensibles a la problemática y que no tienen esta voluntad de cambio”.
En la UNAM y en el país “estamos frente a problema cultural y educativo que requiere mucha sensibilización y mucha educación, pero que también apremia, porque estamos ante problemas muy urgentes como la violencia. A veces por más programas de capacitación que nosotros demos, no alcanza para que las personas que tienen que tomar las decisiones o agilizarlas, lo hagan”.
La experta enfatizó que “entender y reconocer que hay un problema requiere de personas con una sensibilidad ética y moral, y una voluntad política y social clara y abierta”, y destacó que la UNAM sigue trabajando en ese sentido, al ofrecer cursos en línea gratuitos en línea sobre el tema, además de fortalecer a las comisiones internas de igualdad de género en cada entidad académica.
- Muchas veces las víctimas no denuncian por desconfianza en el proceso. ¿Cuál es la importancia de denunciar?
- “Es muy importante porque es una forma de visibilizar y exigir un derecho, pero estamos acostumbradas a que las denuncias no siempre alcanzan. Muchas veces las colectivas han señalado que es más rápido evidenciar en redes que denunciar.
“En el caso de la UNAM, la persona denunciante lleva un acompañamiento sicológico, trabajo social y personas especialistas en derecho. Hay ocasiones en que el propio acompañamiento ya es un proceso bastante bueno para la víctima, y después de ahí puede tomar mejores decisiones de si quiere seguir con la denuncia o no, o qué alcances va a tener”.
Iniciar un proceso de queja, puntualizó, “es un derecho, y como derecho, hay que ejercerlo. La Universidad lo que está haciendo es abrir la posibilidad a ese derecho, y como cada situación es particular, las decisiones se van tomando conforme a cada situación”.
En la Universidad, recalcó, ha aumentado recientemente el número de denuncias, lo cual no necesariamente significa que haya más episodios de violencia, “sino que puede ser visto como que hay mayor cultura de la denuncia, y eso es importante, porque sabemos que esta una posibilidad y estamos haciendo uso de ella”.
Uribe destacó que a propósito del 8M, la UNAM organizó 380 actividades gratuitas, tanto presenciales como en línea, para propiciar la discusión entre su comunidad sobre la actual situación de las mujeres en México. “La intención es que sea un tema que se esté debatiendo dentro de la Universidad”.