Madrid. Una multitudinaria manifestación -15 mil según la Delegación del gobierno en Madrid y 40 mil según los organizadores- recorrió el centro de Madrid para reclamar la “dimisión” del presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, por su pacto con el independentismo catalán para aprobar la nueva ley de amnistía. A la marcha, convocada por organizaciones civiles españolistas, acudieron destacadas dirigentes del derechista Partido Popular (PP) y de la extrema derecha de Vox, que también se exigieron la convocatoria de elecciones ante lo que consideran un “gobierno en agonía”.
El gobierno español, fruto de la coalición del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Sumar, lograron desbloquear el pasado jueves la ley de amnistía, que es a su vez la llave para los cuatro años que restan de legislatura. El texto de la norma superó la votación en la Comisión de Justicia del Parlamento español y ahora sólo tiene que superar las votación de aprobación parlamentaria, con lo que se preve que su entrada vigor sea una realidad en un par de meses.
El Ejecutivo, con 120 diputados, más los 27 de Sumar, está muy lejos de los 176 escaños de la mayoría absoluta, con lo que necesita tejer alianzas con las fuerzas independentistas catalanas, vascas y gallegas, que en conjunto tienen 31 diputados. De hecho la ley de amnistía surgió del acuerdo entre el PSOE con Junts per Catalunya (JxCat) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) para la investidura del presidente Sánchez, que a cambio se comprometió a aprobar una amnistía que incluyera todos los delitos por los que están siendo juzgados los líderes y simpatizantes del separatismo catalán desde el año 2011 hasta la fecha.
Ese acuerdo es el principal motivo de la indignación de la derecha y la extrema derecha española, que de nuevo volvió a congregar a miles de personas en las calles de Madrid en una marcha en la que exigió con más vehemencia y crispación la dimisión del actual mandatario español.
Durante la protesta se gritaron consignas contra Sánchez y el PSOE, a los que acusaron de “traición a la patria” y anunciaron que “este gobierno va a caer”. Ni el frío gélido ni las lluvias que a ratos fueron torrenciales en la ciudad impidieron que la derecha volviera a congregar en contra del gobierno a una multitud de personas, que muchas de ellas portaban banderas españolas o pancartas con el emblema de Vox.
Por parte del PP acudieron decenas de dirigentes, entre ellos su vocera en el Parlamento europeo, la catalana Dolors Montserrat, quien calificó la ley de amnistía de “infamia” y que es fruto de “los chantajes y la extorsión de los independentisa, que es insaciable”, con lo que dio por hecho que ya están abiertas las negociaciones para la siguiente etapa del proceso de ruptura con el Estado español por parte del separatismo catalán: la convocatoria de un referendo de independencia o de autodeterminación.
Por parte de la extrema derecha de Vox acudió su máximo líder, Santiago Abascal, quien lanzó la amenaza de que “no habrá tregua ni paz para este Gobierno de malvados”.