Ciudad de México. Los eclipses, más allá de atraer la atención de niños y adultos, de dar lugar a mitos e inspirar a literatos, son herramientas que nos proporciona la naturaleza para conocerla mejor
, afirmó Luis Felipe Rodríguez Jorge. Mediante su observación se ha ampliado el conocimiento sobre el movimiento de los cuerpos en el sistema solar, se descubrió el helio y se comprobó la teoría de la relatividad, así como que la Tierra rota cada vez más lentamente.
En México la vez pasada que ocurrió un eclipse total de Sol fue en 1991 y el próximo, como se sabe, sucederá el 8 de abril. Éste durará unos 4:30 minutos y se observará en los estados de Sinaloa, Durango y Coahuila.
Rodríguez Jorge, astrónomo y pionero de la radioastronomía en México, participó en la charla Los eclipses: entre la ciencia, el arte y el espectáculo, que forma parte del ciclo Noticias del Cosmos, que organiza El Colegio Nacional.
El investigador explicó que cuando hablamos de eclipses, pensamos en oscuridad y la relacionamos con la ignorancia, pero en este caso nos va a iluminar y nos va a traer mucho conocimiento de lo que ocurre en el universo. Los eclipses son herramientas que nos proporciona la naturaleza para conocerla mejor
.
El físico por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y doctorado en astronomía por la Universidad Harvard recordó que un eclipse total de Sol se produce cuando se alinean el astro, la Luna y la Tierra, y al estar en un mismo eje, la umbra de la Luna –sombra que produce nuestro satélite natural– se proyecta sobre la superficie del planeta.
Uno similar, en 2078
“El eclipse que vamos a tener en un mes tendrá una proyección de sombra de la Luna sobre la Tierra, que comenzará en el Pacífico por Mazatlán, Sinaloa, y va a salir por Estados Unidos y Canadá. Y de aquí a 18 años, va a entrar por otra parte, y así sucesivamente durante tres ciclos de saro –periodo de poco más de 18 años que separa dos eclipses de Sol similares–, hasta que en 2078 –tres de esos ciclos– vuelva a presentarse uno total con una proyección de sombra de la Luna sobre la Tierra muy parecido al de este año”.
Rodríguez Jorge destacó que cuando hay un eclipse solar pasan varias cosas; por ejemplo, al tapar la Luna la superficie del Sol, vemos muy bien que alrededor del astro hay una estructura brillante que no se ve en condiciones normales. Estudiando esa corona fue cuando se descubrió el helio, elemento químico importantísimo que es muy abundante en esa estrella, pero muy escaso en la Tierra
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Sin embargo, para el autor de Un universo en expansión (2005) y coautor de Galileo: Su tiempo, su obra y su legado (2009), el aporte más importante que han hecho los eclipses tiene que ver con la teoría de la relatividad de Albert Einstein, cuya hipótesis es que los rayos luminosos que pasaban cerca del Sol debían de desviarse ligeramente a causa del campo gravitatorio del cuerpo celeste.
Para comprobar esa teoría, era necesario un eclipse total de Sol, porque sólo cuando la Luna pasa delante del astro y bloquea su luz, el cielo se vuelve oscuro, y las estrellas se pueden ver durante el día
, agregó el investigador.
Relató que el astrónomo británico Arthur Stanley la comprobó mediante pruebas realizadas durante un eclipse de 1919.
El tercer descubrimiento científico derivado de la observación de los eclipses totales de Sol es en relación con que la Tierra rota cada vez más lentamente.
Cuando alguien nos pregunta: ¿cuánto tarda la Tierra en dar una vuelta sobre su propio eje? uno dice 24 horas..., pero resulta que la duración del día se está alargando un segundo más o menos cada 20 meses
, planteó Rodríguez Jorge.
Recorrido por la literatura
Durante la charla, el astrónomo estuvo acompañado del escritor Juan Villoro, quien hizo un recorrido por la rica tradición literaria y artística que rodea los eclipses desde las cosmogonías de antiguas civilizaciones como los mayas hasta la influencia en expresiones culturales contemporáneas, como la música de Pink Floyd.
También estuvo Xóchitl Blanco, investigadora del Instituto de Geofísica de la UNAM, quien señaló que durante el espectáculo del 8 de abril, se verán las perlas de Baily, un fenómeno de muy corta duración que ocurre cuando la Luna tapa el disco solar casi por completo y sólo algunos rayos del Sol alcanzan a llegar a la Tierra.
Las perlas de Baily se observan debido a la existencia de valles y montañas en el borde de la Luna. Este fenómeno lleva el nombre del astrónomo escocés Francis Baily, que lo documentó durante un eclipse en 1836, pero Edmond Halley ya lo había mencionado en 1715.
Añadió que otro detalle para apreciar es el anillo de diamante, “es cuando sólo un poco de luz solar pasa por la Luna, por lo general, la luz pasa a través de un valle o cañón principal durante ese tiempo, creando ese efecto.
Lo más espectacular, desde mi punto de vista, es poder ver la corona solar, en la fase de la totalidad. Es justo en los eclipses totales de Sol cuando podemos ver de manera natural este espectáculo que es gas muy caliente que está atrapado en nuestra estrella. La corona es la parte más externa de la atmósfera solar.