Ginebra. La Organización de Naciones Unidas (ONU) lanzó ayer un llamado para inundar
de ayuda la franja de Gaza y salvar a los niños que mueren de hambre, tras visitar dos hospitales por primera vez desde que empezó la guerra, en octubre.
Que los niños empiecen a morir de hambre debería ser una alarma distinta a las demás
, declaró Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dio cuenta de escenas siniestras
de niños hambrientos, tras llevar ayuda a dos hospitales del norte de la franja el pasado fin de semana.
Los médicos del hospital Kamal Adwan, el único nosocomio pediátrico del norte de la franja de Gaza, declararon al equipo de la OMS que al menos 10 niños habían muerto de hambre
, de acuerdo con Ahmed Dahir, quien estuvo al frente de la misión y que intervino, por video, en una rueda de prensa en Ginebra, lo que fue confirmado por el director de la organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El ministerio de Salud de Gaza indicó que al menos 15 niños han perecido en en ese centro sanitario a causa de la malnutrición y la deshidratación, y que seis bebés están en grave peligro por el hambre.
Si no es ahora, ¿cuándo será el momento de inundar Gaza con la ayuda que necesita?
, preguntó Laerke.
Ayer, aviones de Estados Unidos lanzaron más de 36 mil raciones de alimentos sobre la franja de Gaza, en una operación conjunta con Jordania, de acuerdo con el ejército estadunidense.
Agencias de Naciones Unidas denunciaron que los niveles de desnutrición infantil en el norte de Gaza son tres veces superiores a los del sur del enclave palestino, donde se ha dispuesto de más ayuda.
Richard Peeperkorn, representante de la OMS para Gaza y Cisjordania, afirmó que uno de cada seis niños menores de dos años sufría desnutrición aguda en el norte de Gaza. Esto era en enero, así que es probable que la situación sea mayor ahora
, añadió.
James Elder, portavoz del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, mencionó que las tasas de desnutrición de los menores de cinco años en el norte de Gaza, donde el acceso a la ayuda ha sido muy limitado desde el comienzo de la guerra el 7 de octubre, eran tres veces superiores a las de Rafah, en el sur.
Elder comentó que esto demuestra que cuando ese goteo de ayuda puede llegar, marca una diferencia que salva vidas
.
Al hambre se suma el creciente riesgo de enfermedades infecciosas: nueve de cada 10 niños menores de cinco años –unos 220 mil– han enfermado en las últimas semanas, según Elder.
Esto se convierte en la espiral que tanto tememos: enfermedades infecciosas, falta de alimentos, de agua potable, bombardeos continuos e increíblemente se sigue hablando de una ofensiva en Rafah, que es una ciudad de niños
, aseveró Elder en Ginebra, en referencia al objetivo declarado de Israel de acabar con los batallones de Hamas que dice que se esconden ahí.
En Rafah viven unos tres cuartos de millón de niños
, detalló.
Israel intensificó el mes pasado sus bombardeos sobre Rafah, donde se calcula que se hacinan millón y medio de personas, las cuales han huido de sus hogares más al norte para escapar de la embestida militar israelí.
El saldo de la guerra subió a 30 mil 631 palestinos muertos, según el ministerio gazatí de Sanidad.
El jefe de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Medio Oriente, Philippe Lazarini, reiteró que cientos de palestinos detenidos en Gaza denunciaron abusos bajo la detención israelí.
Algunos declararon ser fotografiados desnudos, otros sufrieron abuso verbal o sicológico, amenazas de electrocución, privación de sueño, uso de perros de forma intimidatoria o la obligación de llevar pañal por varios días a personas adultas.
Mientras, en El Cairo concluyeron sin avances las negociaciones para una tregua entre Israel y Hamas, cuando se acerca la fecha límite para detener los combates por el Ramadán, el mes sagrado del islam.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó que un acuerdo para conseguir un alto el fuego en Gaza, a cambio de la liberación de los rehenes israelíes, está en manos de Hamas y alertó de una situación muy peligrosa
si Israel y Hamas fracasan en acordar un cese de las hostilidades antes del Ramadán.
Advirtió a Israel de que no hay excusa
para impedir el ingreso de ayuda humanitaria a la franja, pero no le exigió aceptar un alto el fuego definitivo.