Hace 30 años expuse en esta columna las altas concentraciones de arsénico que existían en el acuífero de la región lagunera, la cual se integra con cinco municipios de Coahuila (Torreón, Francisco I. Madero, Matamoros, San Pedro y Viesca), más cuatro de Durango: Gómez Palacio, Lerdo, Mapimí y Tlahualilo. En ese entonces, ninguna instancia oficial se ocupó realmnte de resolver dicho problema de salud pública. En 2006 nuevamente me referí a esa situación que afectaba a un millón de habitantes. El incansable luchador social Francisco Valdés Pérezgasga me envió abundante material sobre el tema y destacaba cómo la exposición al arsénico incrementa, entre otras cosas, el riesgo de sufrir cáncer de piel, vejiga, pulmón, hígado y riñón, además de padecimientos cardiovasculares.
Las autoridades saben el origen de la contaminación: un sustrato rocoso que provoca que los mantos acuíferos profundos contengan concentraciones altas de arsénico y flúor. Al sobrexplotar los acuíferos a fin de regar las siembras de la alfalfa para la ganadería lechera, se extrae agua con altos contenidos de esas sustancias. Igualmente saben cómo resolver el problema: el uso racional del agua de las cuencas de los ríos Nazas y Aguanaval, restableciendo los ecosistemas que por años fueron el filtro natural de contaminantes y proporcionaron humedad a la región.
Pero ello obligaría a tocar los intereses económicos de grupos protegidos desde el poder. Destacadamente el lechero Lala, que extendió sus tentáculos a una de las áreas ecológicamente más importantes y frágiles del planeta: Cuatro Ciénegas. El maestro Valdés Perezgasga, junto con Magdalena Briones, alertan: antes que sea tarde, urgen programas agropecuarios racionales, aunque se toquen los intereses de unos cuantos empresarios. La respuesta: durante su sexenio fue nula.
En 2006 expuse igualmente que había arsénico, manganeso, flúor, mercurio y fierro en los acuíferos de otros 15 estados, como Hidalgo y Querétaro. Es agua que consume regularmente la población y puede afectar su salud. El líquido que utilizan algunas comunidades indígenas de la sierra Tarahumara, como la de Huizarochi, también esta contaminado. Cero respuesta oficial.
En vez de atender el problema de la escasez y contaminación en La Laguna, al inicio del sexenio del señor Felipe Calderón, el “presidente del empleo”, se dio vía libre a una nueva inversión del grupo Lala: una planta para elaborar diariamente 2 millones de litros de leche. Costó 100 millones de dólares y dio empleo a 600 personas. Así, dicha empresa se unió a las celebraciones por el primer siglo de vida de la ciudad de Torreón, hoy conurbada a Gómez Palacio y Lerdo. Todos calificaríamos esa inversión de necesaria en una región que sufre un estancamiento económico por el modelo de crecimiento impuesto durante el salinato. Pero esa planta fue un atentado más contra el recurso fundamental y escaso en La Laguna, ya que elaborar allí un litro de leche, como denunció Valdés Peresgazca, requiere más de 2 mil litros de agua.
Nada valieron las evaluaciones ni las advertencias del propio gobierno federal sobre la sobrexplotación en esa región desértica. Ignoraron la voz de los especialistas que denunciaron el caso en el suplemento La Jornada Ecológica, publicado en noviembre de 2007; tampoco el amplio trabajo de investigación que Jesús Ramírez Cuevas, hoy vocero del Presidente, realizó en La Laguna. Lo incluyó nuestro diario el 2 de julio de 2002, con un encabezado que resume el problema: “La ley Lala en La Laguna: la industria lechera acaba con el agua”.
En 2021, y cuando su población sumaba más de 1.8 millones de habitantes, se anunció el programa salvador para la región: Agua Saludable para La Laguna. Terminaría con la explotación irracional del manto freático y el problema del arsénico. El responsable del programa: Eduardo Tricio, quien fuera cabeza del Grupo Lala. El mismo al que el presidente Fox designó como responsable de manejar en su sexenio el agua de la nación. Se desconocen los frutos de dicho programa. Algo urgente, porque en Coahuila hay arsénico en otras fuentes de abastecimiento de líquido, como mostraré el próximo lunes.