Ciudad de México. La Iglesia Católica hizo un llamado a cuidar y acoger a las familias, especialmente a aquellas que tienen carencias, afectivas y materiales; y recordó que los niños necesitan de amor para crecer íntegramente.
Esto dijo, no significa dispensar los errores que causen dolor en la familia; al contrario, añadió que el llamado a la conversión implica reconocer el daño que cada uno puede haber causado, y buscar recomponer, en la medida de lo posible, la situación familiar.
En su editorial del semanario Desde la Fe intitulado “Familias fuertes para construir un país mejor”, recordó que en la Arquidiócesis Primada de México dedican el mes de marzo a la familia para realizar diversas actividades formativas y de encuentro, pero también para recordar la importancia de poner el foco en la familia.
Al respecto expuso que fortalecer a las familias y apostar por ellas a través de políticas públicas y de acciones sociales, dará frutos en beneficio del bien común y de la sociedad, además ayudará en disminuir problemas como la pérdida de valores, la violencia, adicciones, entre otros desafíos que “hoy le duelen al país”.
“Encomendamos a todas las familias mexicanas a Nuestra Señora María de Guadalupe, para que, a imagen de la Sagrada Familia, los miembros de cada familia, asuman su rol de apoyo y desarrollo en bien de los demás miembros, y para que entre familias exista la solidaridad para apoyar a los más necesitados”.
La Iglesia Católica señaló que una familia suele fundarse por la unión de un hombre y una mujer, que suelen tener descendencia. Sin embargo, agregó familias también son aquellas que sufren una pérdida, separación o abandono; o aquellas personas desamparadas o solitarias que son cuidadas por otros familiares.
Mencionó que es también una realidad que ha aumentado el número de hogares con una madre sola o un padre solo, y aquellos que han decidido unirse sin un enlace civil o religioso.
“La familia es una realidad, más allá de definiciones e ideologías, y es el espacio donde las personas damos nuestros primeros pasos, donde aprendemos a amar, a relacionarnos con los demás, donde recibimos las primeras reflexiones sobre lo que está bien o mal. En palabras del Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, la familia es la “cuna del amor”.
Sin embargo, lamentó que en los últimos años “hemos visto un cambio importante en las dinámicas familiares, entre ellos, la reducción del tiempo de duración de los matrimonios y el incremento de las separaciones. También la violencia intrafamiliar, algo que se ha reflejado en el aumento de jóvenes que rechazan la idea de formar una familia”.