Moscú. El presidente Vladimir Putin advirtió este jueves a los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que el envío de sus tropas a Ucrania tendría consecuencias trágicas y les recordó que Rusia cuenta con armamento que puede alcanzar sus territorios, incluido Estados Unidos.
“Empezaron a hablar sobre la posibilidad de enviar a Ucrania contingentes militares de la OTAN y deberían recordar la suerte de aquellos que en su momento enviaron tropas al territorio de nuestro país. Pero ahora las consecuencias para eventuales intervencionistas serían mucho más trágicas”, afirmó Putin al presentar su informe de gobierno ante las dos Cámaras del Parlamento ruso, requisito constitucional que el jefe de Estado debe cumplir cada año.
El mandatario ruso se refirió así al debate que se está dando al interior de la OTAN, que hace poco reveló el presidente francés, Emmanuel Macron, al indicar que por ahora “no hay consenso” para enviar tropas al conflicto en Ucrania, pero “no debemos excluir nada”.
Tras decir que las fuerzas estratégicas de Rusia están en estado de alerta y que cuentan con armamento capaz de alcanzar el territorio de Estados Unidos y sus aliados, Putin anunció que Moscú está abierto a dialogar con Washington sobre estabilidad estratégica, a pesar de enfrentarse, subrayó, a acciones hostiles por parte de sus gobernantes.
“¿Pretenden realmente discutir la estabilidad estratégica con nosotros mientras proclaman que su meta es nuestra derrota estratégica en el campo de batalla?”, se preguntó y respondió: “Es un claro ejemplo de hipocresía”.
Lo mismo, relató, sucede con el proyecto de tratado sobre prevención del despliegue de armas en el espacio que Rusia presentó en 2008. Hasta la fecha no hay reacción, Washington hace como que no existe.
En cambio, de un tiempo para acá, se lanza todo tipo de “acusaciones infundadas contra Rusia, por ejemplo, dan a entender que, supuestamente, vamos a desplegar armamento nuclear en el espacio. Tales acusaciones, que no son más que mentiras, forman parte de una estratagema que pretende arrastrarnos a negociaciones en sus propios términos, que sólo favorecen a Estados Unidos”, puntualizó.
Además, “ahora, sin ningún pudor, declaran que Rusia supuestamente tiene la intención de atacar Europa. Bueno, todos sabemos que sólo están diciendo un disparate”, lamentó.
“Rusia no permitirá que nadie se inmiscuya en sus asuntos internos”, aseguró Putin y añadió: “Quisieran hacer con Rusia lo mismo que hicieron en muchas otras regiones del mundo, incluida Ucrania, en particular sembrar la discordia a nuestro hogar y debilitarnos desde dentro. Pero fracasaron”.
Rusia –apuntó el titular del Kremlin– está dispuesta a hablar con todos los interesados en crear un nuevo contorno de seguridad igual e indivisible en Eurasia.
“Estamos dispuestos a mantener una conversación sustantiva sobre este tema con todos los países y asociaciones que lo deseen. Al mismo tiempo, quiero insistir de nuevo: sin una Rusia soberana y fuerte, no es posible un orden mundial duradero”, destacó.
Moscú apoya la idea de “aunar los esfuerzos de la mayoría mundial para responder a los retos globales, incluida la rápida transformación de la economía mundial, el comercio, las finanzas y los mercados tecnológicos, cuando muchos antiguos monopolios y estereotipos asociados a ellos se están derrumbando”, agregó.
Putin, quien dentro de dos semanas espera ser reelecto para un nuevo periodo presidencial de seis años, centró lo que llamó la parte más importante de su discurso en un ambicioso paquete de programas sociales hasta 2030, muy aplaudido por los cerca de mil 400 asistentes al acto. Aparte de legisladores, estuvieron presentes militares, dirigentes regionales, líderes religiosos, intelectuales.
El jefe del Ejecutivo ruso empezó a repartir cientos de miles de millones de rublos para construcción de escuelas; inversiones en salud pública; mejora de transportes y carreteras; edificación de edificios de viviendas; estímulos a la natalidad; oportunidades para los jóvenes; facilidades para los militares; condonación de deudas para las regiones más atrasadas; y un largo etcétera.
Sólo al final de las dos horas de su discurso, el titular del Kremlin advirtió que “la instrumentación de todos estos planes depende directamente de nuestros soldados, oficiales, voluntarios, todo el personal militar que ahora combate en el frente. De la valentía y determinación de los compañeros dispuestos a ofrenda sus vidas para defender nuestra Patria”.
En otras palabras, para poder llevar a cabo esos grandiosos planes Rusia necesita vencer a Ucrania cuanto antes y redirigir para beneficio de la población civil rusa los ingentes recursos que ahora absorbe la “operación militar especial”.