Washington. La inflación en Estados Unidos cayó en enero en la medición anual, aunque registró un repunte mensual, como esperaban los analistas.
El índice de precios al consumo (PCE), el preferido por la Reserva Federal (Fed) para vigilar el nivel inflacionario, se redujo a 2.4 por ciento anual en enero, en comparación con 2.6 por ciento de diciembre, informó el Departamento de Comercio. En la medición mensual, el avance fue de 0.3 por ciento, frente a 0.1 por ciento del mes anterior.
La Fed se propone bajar la inflación a 2 por ciento, una meta que prevé alcanzar en 2026.
El Departamento de Comercio señaló también que los ingresos de los hogares subieron en enero uno por ciento más que en diciembre, mientras que su gasto aumentó sólo 0.2 por ciento, frente a 0.7 por ciento de diciembre, durante las fiestas de fin de año.
“En general, los datos indican que la economía sigue creciendo y que la inflación está cayendo gradualmente”, agregó.
Excluyendo los volátiles precios de los alimentos y la energía, la llamada inflación básica se desaceleró ligeramente en un año, a 2.8 por ciento frente a 2.9 por ciento en diciembre, pero se aceleró más bruscamente en un mes, hasta 0.4 por ciento frente a 0.1 por ciento.
Otra medida de la inflación, el índice IPC del Departamento de Trabajo, publicado dos semanas antes, había decepcionado, al mantenerse por encima de 3 por ciento 3.1 por ciento.
¿Primera baja de las tasas en junio?
El alza de los precios ha tenido un grave impacto en el bolsillo de los consumidores estadunidenses.
El tema está en el tapete de cara a las elecciones presidenciales de noviembre, que deberían enfrentar al actual presidente demócrata, Joe Biden, con su predecesor republicano Donald Trump.
La curva de inflación también es seguida de cerca por la Reserva Federal. Su principal herramienta para hacer frente a este problema fue aumentar sus tasas de interés entre marzo de 2022 y julio de 2023, llevándolas hasta el rango de 5.25-5.50 por ciento, su nivel más alto en 20 años.
Esta estrategia tenía como objetivo frenar deliberadamente la actividad económica encareciendo el crédito, de modo que los hogares consuman menos y los precios se contengan.
La Fed está considerando ahora bajar sus tasas este año. Pero sus responsables han advertido que prefieren esperar unos meses más para estar seguros de que la inflación no vuelva a dispararse.
Estos comentarios desilusionaron a los mercados, que soñaban con una primera reducción en la próxima reunión de la Reserva Federal, el 19 y 20 de marzo.
“La inflación PCE no ha aumentado tanto como las otras medidas (de inflación), (...) lo que indica que la Fed podría comenzar sus tan esperados recortes de tasas esta primavera o a principios del verano”, dijo el economista Robert Frick, de Navy Federal Credit Union.