Ciudad de México. Dado el menor crecimiento en el último trimestre de 2023, el Banco de México (BdeM) revisó ‘ligeramente’ a la baja su perspectiva de crecimiento económico de 2024, y prevé diversos riesgos.
La autoridad monetaria mexicana prevé un crecimiento de la economía nacional de 2.8 por ciento para el presente año, lo que representó una revisión a 3.0 por ciento del informe previo.
En el marco de la presentación del “Informe trimestral de inflación, octubre-diciembre 2023”, el BdeM explicó que a pesar de que la dinámica esperada para la actividad económica en 2024 no se modifica de manera significativa, el menor crecimiento en el último trimestre de 2023 respecto de lo anticipado induce un efecto aritmético de menor base de crecimiento para este año.
Precisó que el intervalo para el crecimiento esperado del PIB para el año se ajusta a uno de entre 2.2 a 3.4 por ciento.
“Se espera que el mayor gasto público en relación con el año previo resulte en un mayor gasto interno en general, considerando tanto los efectos directos como los de derrama hacia el consumo e inversión privados. Para el segundo semestre del año, se prevé una desaceleración de la actividad productiva, en congruencia con la evolución que se ha observado en episodios de años electorales previos. En cuanto a la demanda externa, se espera que presente debilidad en el año”, detalló la autoridad monetaria.
De acuerdo con Victoria Rodríguez Ceja, gobernadora del Banco de México, el nearshoring podría traer un impulso adicional a la economía de México; sin embargo, alertó que el impacto de la relocalización es incierto.
Para 2025 se espera que el esfuerzo de consolidación fiscal previsto se refleje en un menor gasto interno. En cambio, se anticipa que la demanda externa cobre mayor peso ante el mejor desempeño esperado para la economía de Estados Unidos en ese año relativo al anterior. La estimación central de expansión del PIB para 2025 es de 1.5 por ciento, misma tasa que en el Informe anterior.
El intervalo para el crecimiento esperado del PIB de ese año se ubica entre 0.7 y 2.3 por ciento. A lo largo del horizonte de pronóstico, se espera que el proceso de relocalización de algunas empresas a México que está en marcha dé cierto impulso a la actividad económica, reconociendo la elevada incertidumbre que existe respecto de su magnitud y efectos.