Vecinos de las colonias Hipódromo e Hipódromo Condesa, en la alcaldía Cuauhtémoc, denunciaron que desde diciembre del año pasado un grupo de 20 personas invadió el predio ubicado en las esquinas de la avenida Tamaulipas y Alfonso Reyes, a pesar de que cuenta con malla ciclónica, puerta y candados, donde hace más de 15 años existía una gasolinería de Petróleos Mexicanos.
Además, hace un par de semanas se colocaron vallas luminosas para exhibir publicidad, que ocupan medio metro de la acera en ambas calles, sin que las láminas tengan el rótulo de la empresa y los medidores de luz tampoco cuentan con el logotipo de la Comisión Federal de Electricidad.
La líder vecinal de la Hipódromo, Quetzal Castro, advirtió que es necesario que la alcaldía, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, así como el Instituto de Verificación Administrativa informen a los residentes si hay autorizaciones para la construcción de algún desarrollo inmobiliario o proyecto de vivienda popular, ya que los residentes de la zona no han sido consultados.
En entrevista, señaló que las personas que invadieron el predio encienden fogatas en el terreno que posiblemente tiene contaminado el suelo por combustible, por lo que alertó a las autoridades de Protección Civil ante el riesgo en caso de que los ocupantes realicen excavaciones.
Vamos a solicitar a la alcaldía un informe detallado del predio y el estatus de la actividades, porque hemos visto a mucha gente ahí cuando no se justifica el ingreso de unas 20 personas.
En el sitio hay equipo de la antigua gasolinería, un área que fue de oficinas y servicios, acondicionada como habitaciones, una fosa que sirvió para contener los tanques de combustible, que ahora luce con agua estancada y verdosa, así como registros de drenaje, un hombre que habita el predio, tres perros, además de bolsas de plástico con basura, botellas de vidrio y vigas metálicas.
Por su parte, Irma, residente de la colonia Hipódromo Condesa desde hace 73 años, dijo que las construcciones de edificios y las rentas por aplicación como Airbnb ocasionaron la gentrificación de la zona, con lo que se afectó la convivencia vecinal en el barrio. Nos han quitado espacio, seguridad, agua, identidad; antes teníamos tienditas y estanquillos. Ahora la vida es más cara, y como dice un vecino, me siento extranjera en mi propia colonia
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