Moscú. El ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, en el contexto del segundo aniversario de la guerra con Ucrania, visitó este sábado posiciones de su ejército en zonas “liberadas” del vecino país eslavo, según dio a conocer la dependencia castrense.
“Hoy, en términos de correlación de fuerzas, la ventaja está de nuestro lado”, se escucha decir a Shoigu en un breve video en el cuartel de campaña del grupo de ejércitos “Centro”, que participó en el asedio y caída de Avdiivka, donde condecoró a oficiales y soldados.
El general Andrei Mordvichev, comandante del grupo de ejércitos “Centro”, rindió un informe al ministro, en el cual destacó –de acuerdo con el mismo video– que “el enemigo, durante la liberación de Avdiivka, tuvo tuvo que abandonar las posiciones que ocupaba más de 10 kilómetros y nuestras tropas están listas para seguir avanzando”.
Shoigu también inspeccionó parte del armamento occidental capturado durante la “operación militar especial” y se mostró especialmente satisfecho cuando el general Yevgueni Tsindaikin, que hizo las veces de guía de la exhibición, comentó que “el carro blindado M113, de fabricación estadunidense, tiene muchos defectos, el principal es su escasa capacidad para maniobrar en nuestras condiciones”.
Entretanto, la policía dispersó la habitual concentración de protesta de las mujeres cuyos maridos o hijos, atraídos por el salario, se enrolaron en el ejército para participar en la “operación militar especial”.
Cada sábado este numeroso grupo de mujeres se reúne en la capital rusa para exigir a las autoridades que los regresen a sus casas, argumentando que están extenuados y no se lleva a cabo la prometida rotación. Para evitar la difusión de la protesta la policía detuvo a varios reporteros gráficos y periodistas.
Pero este sábado en Moscú, San Petersburgo y otras ciudades las fuerzas del orden también se mostraron implacables contra las personas que, como gesto en favor de la paz, intentaron depositar flores amarillas y azules (colores de la bandera ucrania) ante la tumba del soldado desconocido, junto a la muralla del Kremlin.
Y la misma suerte corrieron quienes quisieron llevar flores a los monumentos a las víctimas de la represión política (de la época estaliniana) que de modo espontáneo se convirtieron en el sitio para honrar la memoria del opositor Aleksei Navalny, muerto en prisión el viernes de la semana anterior.