Dubái. La espectacular semana de Anna Kalinskaya no pudo concluir con un final feliz: la jugadora rusa plantó batalla pero fue derrotada ayer en la final del WTA 1000 de Dubái por la italiana Jasmine Paolini. La jugadora moscovita (40°) llegaba como la gran sensación de la semana en este torneo, después de encadenar dos triunfos de prestigio, el jueves en cuartos de final ante la estadunidense Coco Gauff, número tres del mundo, y un día después en semifinales al frenar en seco a la polaca Iga Swiatek, actual número uno.
Kalinskaya llegó incluso a ganar el primer set de la final, pero luego Paolini (26ª) pudo reaccionar y llevarse un partido muy equilibrado, por 4-6, 7-5 y 7-5.
A la rusa le queda el honor de haberse convertido en la segunda jugadora en alcanzar la final de un torneo WTA 1000 llegando con una wild card (invitación).
Su gran semana en Dubái confirma las buenas sensaciones que transmitió en el Abierto de Australia el pasado enero. Hasta entonces no había superado la segunda ronda en un Grand Slam y en Melbourne llegó a cuartos, donde le cerró el paso la china Zheng Qinwen.
La italiana hizo valer su jerarquía en el ranking y conquistó su segundo título WTA, después del logrado en Portoroz (Eslovenia) en septiembre de 2021.
En su camino hacia la final había eliminado, entre otros, a la brasileña Beatriz Haddad Maia y a la griega Maria Sakkari.
En Doha, Qatar, por otra parte, el ruso Karen Khachanov (17°) levantó el sexto título de su carrera.
En el juego por el campeonato, derrotó 7-6 y 6-4 al checo Jakub Mensik, de 18 años.
Khachanov impidió con su victoria que el sorprendente Mensik (117°) se convirtiera en el tenista más joven en ganar un torneo ATP 250 desde que el español Carlos Alcaraz lo logró en 2021.
Gracias a su actuación, el checo ingresará en el Top 100 de la ATP a partir del lunes.