Washington. El expresidente Donald Trump expresó este viernes su oposición a la criticada sentencia del Tribunal Supremo de Alabama que considera "niños" a los embriones congelados y amenaza la fecundación in vitro (FIV) en este estado del sur de Estados Unidos.
"Como la inmensa mayoría de los estadounidenses, incluida la inmensa mayoría de los republicanos (...), apoyo firmemente la disponibilidad a la FIV para las parejas que intentan tener un precioso bebé", escribió en su plataforma Truth Social.
"Bajo mi liderazgo, el Partido Republicano siempre apoyará la creación de familias estadounidenses fuertes, prósperas y sanas", añadió Trump, favorito para ganar la nominación republicana de cara a las elecciones presidenciales de noviembre.
Su adversario demócrata, el presidente Joe Biden, también criticó el jueves la sentencia, que ha llevado a las clínicas de fecundación in vitro del estado a interrumpir sus operaciones.
"El desprecio por la capacidad de las mujeres para tomar estas decisiones por sí mismas y por sus familias es indignante e inaceptable", afirmó Biden en un comunicado.
La sentencia del alto tribunal de Alabama tiene su origen en una demanda presentada contra una clínica de fertilidad en virtud de la Ley de Muerte Injusta de un Menor de 1872 del estado.
La demanda fue interpuesta por tres parejas cuyos embriones congelados fueron destruidos por un paciente que "se las arregló para entrar" en una sala de criogenización donde estaban almacenados y dejó caer accidentalmente varios de ellos al suelo.
Un tribunal inferior dictaminó que los embriones no podían definirse como "persona" o "niño" y desestimó la demanda por homicidio culposo.
Pero el Tribunal Supremo de Alabama, en una sentencia dictada el viernes, no estuvo de acuerdo y afirmó que "la Ley de Muerte Injusta de un Menor se aplica a todos los niños no nacidos, sin limitación".
Este debate subraya la importancia del tema del aborto y la reproducción en la campaña, casi dos años después de que la Corte Suprema de Estados Unidos anulara el derecho constitucional al aborto, consagrado en el caso Roe contra Wade.
Los demócratas y los grupos de interés de tendencia izquierdista han apostado por el derecho al aborto como un gran motivador para los votantes en las próximas elecciones presidenciales y la lucha por el control del Congreso.
Creen que la interrupción del embarazo puede ser un tema ganador a medida que se amplía el debate para incluir las crecientes preocupaciones sobre la atención a los abortos espontáneos, el acceso a la medicación, el acceso a la atención de emergencia, y ahora los tratamientos por medio de la FIV.
La FIV es un proceso habitual mediante el cual las personas intentan quedar embarazadas, especialmente las parejas con problemas para concebir, las parejas LGBTQ y las personas que intentan evitar transmitirle a sus hijos enfermedades genéticas terminales o un alto riesgo de padecer cáncer.
Cada año nacen unos 84 mil bebés por medio de este sistema, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
La legislación y las sentencias judiciales que definen que la vida comienza en el momento de la fecundación o que otorgan derechos legales a los embriones podrían limitar partes del proceso de fecundación in vitro, incluida la extracción de embriones que no logran implantarse en el útero o la eliminación de embriones no utilizados.