Ciudad de México. El clásico joven transforma todo aquello por lo que cientos de aficionados se sienten representados. Desde decenas de sitios alrededor de la ciudad, los más fanáticos de Cruz Azul sacaron del cajón de las camisetas la más especial, llegaron a La Noria en vagones repletos del Tren Ligero y al ritmo de esa melodía conocida que dice que su equipo tiene que ser campeón, mostrando con diferentes banderas su amor incondicional, marcaron el desprecio que sienten por el América, su rival de mañana por la noche en el estadio Azteca.

Foto Alberto Aceves

“Y dale alegría, alegría a mi corazóóón/ todo lo que yo te pido es salir campeóóón/ ganar la décima Copa es una obsesióóón, por eso pongan el alma y el corazóóón!”, cantaron grandes y pequeños seguidores de La Máquina, también jugadoras del plantel femenil que miraron detrás de la reja de entrada el espectáculo de papel picado, saltando y cantando con la indumentaria del club como cualquier otro testigo.

Foto Alberto Aceves

“No dejan de ser tres puntos, pero tenemos atrás a un montón de gente para la que este partido es especial", reconoció el argentino Lorenzo Faravelli. "Nosotros nos debemos a ellos. Si hay algo que nos ha hecho sentir bien, es que la afición se siente representada por nosotros y nosotros con ellos. Han estado mucho tiempo en las malas, ahora queremos regalarles esa alegría".